Hoy he leído una noticia que, sinceramente, me ha dejado un rato en silencio. Decía que las personas con diabetes tenemos hasta un 73% más de riesgo de sufrir un infarto, además de un mayor riesgo de ictus, insuficiencia cardíaca, problemas renales… cifras que impresionan cuando las ves así, en frío.
Y no os voy a engañar: como persona con diabetes, estas noticias remueven por dentro. Porque detrás de los porcentajes estamos nosotros. Nuestra rutina diaria. Nuestros miedos silenciosos. Las noches en las que una hipoglucemia te despierta sobresaltado o los días en los que haces “todo bien” y aun así los números no acompañan.
Lo que más me ha hecho pensar no es solo el riesgo en sí, sino algo que muchos ya sabemos: muchas de estas complicaciones avanzan sin dar la cara. No duelen, no avisan… hasta que un día aparecen. Y ahí es cuando te preguntas si podrías haber hecho algo antes, si alguien te lo explicó con claridad o si tuviste el acompañamiento necesario.
También me ha tocado leer que la diabetes no afecta a todos por igual: influye la renta, el acceso a recursos, el seguimiento médico, el apoyo que tengas alrededor. Y eso duele, porque vivir con diabetes ya es suficientemente exigente como para hacerlo además en desigualdad.
Si algo saco de esta noticia es una idea clara: no podemos vivir con miedo, pero tampoco con indiferencia. Cuidarnos hoy es un regalo para nuestro “yo” del futuro. Y hacerlo acompañados, mucho más.
Gracias por estar ahí, por leer, por compartir y por no soltar la mano del que camina a vuestro lado. 💙
Saludos,