¡Hola a todos!
En la actualidad, estamos observando una tendencia creciente en el uso de sensores de glucosa no solo por parte de personas con diabetes, sino también por individuos sanos, influenciados en gran medida por personajes públicos y 'influencers'. Aunque esta práctica puede parecer una manera innovadora de controlar la salud personal, también expone riesgos asociados y las implicaciones de su uso inadecuado.
Los sensores de glucosa, como los utilizados por personas con diabetes, están diseñados para monitorizar los niveles de glucosa intersticial y ayudar en la gestión precisa de la enfermedad. Sin embargo, su popularización entre el público general ha llevado a que personas sin diabetes los utilicen para controlar su dieta o para perder peso, una tendencia que no solo es médicamente innecesaria sino potencialmente peligrosa.
La doctora Cristina Tejera Pérez, especialista en Endocrinología y Nutrición, advierte que estos dispositivos no están validados para personas sin diabetes. El uso inapropiado puede llevar a una obsesión no saludable con los niveles de glucosa, fomentando trastornos de la conducta alimentaria como la carbofobia, el miedo irracional a consumir carbohidratos. Además, un enfoque excesivo en los picos de glucosa puede resultar en malestar psicológico y decisiones dietéticas erróneas, dado que los valores de glucosa en personas sanas pueden ser muy diferentes y están influenciados por numerosos factores.
Es preocupante que esta tendencia también haya contribuido al desabastecimiento de medicamentos esenciales para personas con diabetes, debido a la compra y uso de estos productos por parte de quienes buscan adelgazar. Esto no solo es un problema de salud pública sino también un tema ético significativo.
Como sociedad, necesitamos ser conscientes de estos riesgos. Es fundamental que 'influencers' y figuras públicas ejerzan su influencia de manera responsable, evitando promover prácticas de salud no basadas en evidencia científica. Además, los profesionales de la salud deben estar preparados para educar y contrarrestar mitos, ofreciendo información clara y precisa tanto en consultas como en plataformas públicas.
Finalmente, para asegurar que las personas con diabetes continúen teniendo acceso a estos dispositivos esenciales, deberíamos considerar medidas como requerir una prescripción médica para la compra de sensores de glucosa. Esto ayudaría a garantizar que quienes realmente los necesitan puedan obtenerlos sin dificultad.
Invito a todos a reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones y a buscar información confiable, preferentemente de sociedades científicas y asociaciones de pacientes, antes de adoptar o promover tecnologías médicas fuera de su contexto aprobado.
Saludos,