Cuando se tiene un diagnóstico de diabetes, lo primero que se debe hacer es hacer un cambio mental para asumir que requieres modificar ciertos hábitos de tu estilo de vida para controlar la enfermedad.
Nadie dice que es tarea fácil, que de un día para el otro sabrás cómo cuidarte, pero lo importante es vencer la dificultad e intentarlo. Por eso, en este artículo te compartimos algunos consejos esenciales para que tu estilo de vida mejore. Pruébalos que vale la pena.
Las personas diabéticas tienen que hacer todo lo posible por mantener los niveles de azúcar en sangre. Sólo con la medicación (si es este el caso), no basta, es necesario comenzar desde el momento 0 que te enteras, un cambio en el estilo de vida.
Algunas de las claves: son controlar los carbohidratos, hacer ejercicio físico, mantener el peso, comer saludable y trabajar con un nutricionista.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Tu objetivo es consumir comida saludable, como la que hacían nuestras abuelas. Ten en cuenta este listado:
- Come en horarios regulares y no pases más de 5 horas sin ingerir alimento.
- Prepara tu propia comida saludable para ti y, en lo posible, para toda tu familia. ¡Que todos coman sano es el mejor plan!
- Lee bien las etiquetas de los alimentos.
- Si eres de los que se vuelve loco por una chuleta, propón un día a la semana sin carne, y reemplaza estas proteínas animales por frijoles y lentejas, que son ricas, de bajo costo y aportan proteínas vegetales realmente buenas para usted.
- Evita comer arroz o pastas y reemplaza por verduras. Una deliciosa opción para incorporarlas es licuarlas y añadirlas a la salsa.
- Aumenta el consumo de fibras dietéticas (legumbres, frutas, verduras).
- Limita o evita alimentos ricos en azúcares agregados (postres, bebidas).
- Come menos grasas saturadas y trans (carne, bebidas, frituras).
- Consume más lípidos insaturados (lácteos bajos en grasa, comida al horno o parrilla, aceite de oliva, semillas).
Si tienes diabetes, lo ideal es perder entre un 5 y 10% de tu peso corporal. Esto ayuda a minimizar la resistencia a la insulina (sobre todo si tienes DM2) y disminuir la glucosa en sangre.
MANTENTE ACTIVO
El ejercicio regular es una de las mejores herramientas que tiene una persona con diabetes. La actividad física mejora el uso de la insulina y ayuda a bajar el azúcar en la sangre. Por si fuera poco, ayuda a mantener el peso.
El ejercicio aeróbico como caminar es muy saludable. Prueba con hacer caminatas de 30, 5 veces a la semana.
No es necesario un diagnóstico de prediabetes o diabetes para empezar a cuidarse, sobre todo cuando la variante tipo 2 tarda 2 años en manifestar síntomas y puede prevenirse corrigiendo algunos hábitos en el estilo de vida. Presta atención:
CONTROLA TU PESO
Un factor clave es controlar el peso, porque unos kilos de más pueden aumentar el riesgo no sólo de diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad, sino de otras afecciones que se asocian al sobrepeso como niveles altos de colesterol o triglicéridos.
En este sentido, un estudio español sugiere que existe relación entre el sobrepeso y el riesgo de padecer diabetes, de igual forma es la prevalencia de dislipemia, hipertensión y síndrome metabólico. Por su parte, una investigación venezolana indica cuán importante es la incidencia del exceso de peso y la obesidad en la evolución de la DM.
ALIMÉNTATE BIEN
Consume vegetales saludables con un alto contenido de fibra, lo que contribuye a perder peso y reducir el riesgo de sufrir diabetes.
Elige frutas (tomates, pimientos y frutas de los árboles), verduras sin almidón (hortalizas de hoja verde), legumbres (garbanzos, lentejas), cereales integrales (panes, avena entera y quinua).
Consume grasas saludables de tipo monoinsaturadas y poliinsaturadas. Estas mejoran los valores de colesterol bueno y previenen enfermedades del corazón. Elige aceites vegetales (de oliva, girasol, cártamo), frutos secos (almendras, cacahuetes, nueces), semillas (linaza, calabaza) y pescados grasos (salmón, sardinas, bacalao).
REALIZA ACTIVIDAD FÍSICA
El ejercicio regular ayuda a mantener el peso, aumentar la sensibilidad de la insulina y mantener la glucosa en los rangos normales. Puedes optar por alguna de estas opciones:
30 minutos de ejercicio aeróbico (caminar, correr) de intensidad moderada.
2 o 3 veces por semana de entrenamiento de resistencia (pesas, yoga).
Evita dietas milagrosas
Hay dietas muy restrictivas que pueden ayudar a bajar de peso en un corto plazo, pero éste no se sostiene con el tiempo y genera el temido efecto rebote.
Por ejemplo, son muy populares las dietas hiperproteicas abundantes en grasas y proteínas y pobres en carbohidratos en el tratamiento de la obesidad, pero no hay evidencia científica que sea efectiva a largo plazo, indica una investigación española.