Ares Teixidó ha vuelto a la televisión nacional por todo lo alto. Tras mucho esfuerzo, la periodista ha podido reconciliarse "con el medio", después de llegar a odiar la televisión. La catalana, que ama el mundo de la comunicación, ha explicado su proceso en la revista Semana.
Zapeando y Vamos a llevarnos bien, son los programas que han hecho recuperar la ilusión a Teixidó. Y es que, según ha explicado, su anterior etapa llegó a ser muy dura para ella y le convirtió en una "mala persona". Aunque hay dos aspectos más que transformaron su vida en un infierno: el diagnóstico de su diabetes y la muerte de su gran amigo Àlex Casademunt.
"Hay veces en la vida que las cosas que más amas son las que más daño te hacen", ha expresado, y eso le ha ocurrido con la televisión. "Hay gente a la que le he deseado el mal y yo no soy mala persona. Eso es lo que me hizo durante un momento la tele, convertirme en mala persona", ha afirmado Ares Teixidó en el mencionado medio.
Aunque dice no arrepentirse de nada de su etapa televisiva, admite que podría haber hecho las cosas de otra forma: "La he cagado muchas veces a lo largo de mi vida”. Todo esto se debería a su impulsividad e intensidad a la hora de trabajar. "Yo esperaba como agua de mayo que alguien me dijera: 'Oye tía, estoy contigo'", ha confesado.
Sin embargo, hay alguien que ha logrado cambiar por completo a la catalana: su pareja, Bruna Manzoni. La influencer brasileña llegó a la vida de Teixidó y se quedó hasta entonces. "Vengo de relaciones muy tóxicas y entendía el amor como un sufrimiento en el que la otra persona estaba por encima de mí", ha expresado.
Gracias a ella, está pudiendo llevar mejor la diabetes que le diagnosticaron hace cinco años, y que le paró la vida por completo. La periodista ha confesado que esto casi le hace perder la vida y que le hizo sufrir "un shock emocional", ya que nunca pensó pasar de ser una mujer independiente a ser "insulinodependiente".
“Yo pienso en mi diabetes 24 horas al día”, ha admitido. Y es que, según ha explicado en la revista Semana, la catalana ha temido muchas veces por su vida. "Llevo toda la vida escuchando a mi madre decir que lo únicamente importante es la salud y recuerdo ese día en el hospital decirle: '¿Y cuándo la salud falla, mamá?'", ha confesado.
Todo esto se le unió a un varapalo inesperado: la muerte de Àlex Casademunt. La periodista tenía una gran amistad con el cantante y la noticia de su fallecimiento le rompió en pedazos. “El trabajo más duro que he hecho en mi vida es perdonar a mi amigo por marcharse”, ha expresado, demostrando lo mucho que le quería.