Me llamo David y soy padre de un niño de 16 años al que le diagnosticaron diabetes tipo 1 hace una semana.
Aunque ya tenemos cierta experiencia con la diabetes, ya que el hermano de mi esposa es diabético tipo 1, celíaco y tiene síndrome de Down, lo que complica aún más la situación.
La diabetes nos es muy familiar, al igual que el uso de sensores, etc.
Sin embargo, nunca imaginamos que algo así le pasaría a uno de nuestros hijos, y así ha sido. La noticia nos impactó profundamente, dejándonos bastante consternados durante esta última semana.
He estado leyendo muchas páginas y creo que el foro realiza una labor excepcional.
Mi hijo comenzó a sentir hormigueo y mucha sed hace una semana. En ese momento, mi esposa y yo le hicimos una prueba con el glucómetro de su tío, y su nivel de glucosa era de 368. Inmediatamente, lo llevamos al hospital, y allí ha estado hasta hoy.
Inicialmente, le recetaron 8 unidades de insulina de acción prolongada y 3 de Toujeo para el desayuno, almuerzo y cena. Luego, tres días después, la enfermera ajustó la dosis, añadiendo 1.5 unidades para la merienda.
Hoy, tras su segunda cita con el endocrinólogo, le aumentaron a 9 unidades de insulina de acción prolongada y 5 de acción rápida, ya que sus niveles de glucosa se mantenían más cerca de 200 que de 100.
Veremos cómo nos va.
Además, hoy nos han dado una cita para el próximo mes para la colocación del sensor y hemos sido inscritos en un curso de cuatro días.
Saludos,