Fractyl Health está desarrollando una terapia génica alternativa a fármacos como Ozempic y Wegovy para controlar el azúcar en la sangre y el peso corporal sin necesidad de repetidas inyecciones.
La semaglutida, el fármaco desarrollado originalmente para la diabetes tipo 2 y recetado ahora como medicamento para perder peso bajo las marcas Ozempic y Wegovy, tiene un importante inconveniente: La gente suele dejar de tomar la medicación. Pero, ¿y si el fármaco solo tuviera que administrarse una vez para obtener beneficios duraderos?
Esa es la idea del tratamiento para la diabetes de tipo 2 de Fractyl Health, que también podría utilizarse para controlar el peso. Esta empresa biotecnológica con sede en Lexington, Massachusetts, en EE UU, se encuentra en las primeras fases de desarrollo de una terapia génica que se administra una sola vez, con el fin de reducir la glucemia y el peso corporal, mediante el mismo mecanismo que la semaglutida. "Existe el problema de que hay que seguir con la terapia para que sea eficaz", afirma Harith Rajagopalan, cardiólogo de formación y CEO y cofundador de Fractyl Health. "Ese es el talón de Aquiles", añade.
Un fármaco que quita el hambre
Ozempic y Wegovy, que se administran en inyecciones semanales, imitan una hormona humana llamada GLP-1, que se libera en el intestino como respuesta a la ingesta de alimentos. Una de las funciones de la GLP-1 es incitar al páncreas a producir insulina, que regula el azúcar en sangre. En la diabetes de tipo 2, el páncreas no produce suficiente insulina o se resiste a ella. Esto provoca una acumulación de azúcar en la sangre que, con el tiempo, puede causar daños permanentes en los ojos, los nervios, los riñones y los vasos sanguíneos.
La GLP-1 también interactúa con las partes del cerebro implicadas en el apetito y señala la sensación de saciedad. Así es como la semaglutida conduce a la pérdida de peso. Las personas que toman el fármaco tienden a tener menos antojos y a comer menos.
Pero los fármacos son caros y pueden tener efectos secundarios como náuseas, diarrea y estreñimiento, factores que hacen que algunas personas abandonen el tratamiento con el tiempo. Otros pueden saltarse una dosis accidentalmente, o simplemente dejar de tomarlos cuando alcanzan sus objetivos de pérdida de peso. Pero cuando estos tratamientos se interrumpen, aumentan los niveles de azúcar en sangre, vuelve el apetito y, a menudo, también los kilos.
Rajagopalan espera evitar esto con un tratamiento único que dure años. La empresa quiere introducir en el páncreas un gen artificial que produzca la hormona GLP-1 de forma continua, sin necesidad de inyecciones semanales. El método, denominado terapia génica, utiliza virus inactivados para transportar un gen terapéutico a las células pancreáticas. Se utilizan virus por su capacidad natural de transportar material genético a las células.
Medicamentos que reducen la glucemia y el peso
Hasta ahora, Fractyl solo ha probado este método en animales. Los científicos de la empresa querían comprobar hasta qué punto la terapia génica experimental podía reducir la glucemia en ayunas, un indicador utilizado para detectar la diabetes. Utilizando ratones, criados para desarrollar diabetes de tipo 2, administraron una única infusión de la terapia génica a un grupo e inyecciones semanales de semaglutida a otro. Al cabo de 10 semanas, comprobaron que la terapia génica reducía la glucemia en ayunas en un 70%, algo más que la semaglutida, que lograba una reducción del 64%.
Los científicos de la empresa presentaron los resultados en el congreso de la Asociación Americana de Diabetes, celebrado a finales de junio, junto con otros resultados según los cuales la terapia también reducía el peso corporal de los ratones en un 23% en comparación con los ratones de control.
La pérdida de peso fue sorprendente, destaca Rajagopalan. Ozempic y Wegovy se inyectan en el tejido adiposo de los muslos, en la cintura o en la parte superior del brazo. A partir de ahí, entran en el torrente sanguíneo, donde de alguna manera se comunican con el cerebro. Dado que la terapia génica de Fractyl se administra directamente en el páncreas, los científicos de la empresa no esperaban una pérdida de peso significativa.
Una explicación es que la terapia génica esté produciendo suficiente GLP-1 en el páncreas como para que una parte entre en el sistema circulatorio y se comunique con el cerebro, indica Daniel Drucker, endocrinólogo y profesor de medicina de la Universidad de Toronto. Otra posibilidad es que exista un mecanismo de señalización desconocido en el páncreas que indique al cerebro que deje de comer.
La terapia génica es cara
Para administrar la terapia en el páncreas, la empresa desarrolló un procedimiento endoscópico que consiste en enhebrar una aguja fina, unida a un catéter, que desciende por la garganta hasta el tracto gastrointestinal. Los científicos de Fractyl probaron la seguridad del procedimiento en 50 cerdos, cuyo páncreas es anatómicamente similar al humano. El equipo confirmó que el procedimiento administró con éxito la terapia génica a las células pancreáticas, pero no comprobó si provocaba cambios en la glucemia o en el peso de los cerdos. No se observaron efectos secundarios adversos en los animales.
Pero Drucker se muestra escéptico ante la posibilidad de inyectar una terapia directamente en el páncreas humano. "El páncreas es un órgano muy frágil e importante", aclara. "Si se pincha… puede inducir inflamación".
Además de producir insulina, el páncreas fabrica enzimas digestivas que ayudan a descomponer los alimentos. Pero cuando se inflama, una afección llamada pancreatitis, estas enzimas pueden atacar al páncreas. La pancreatitis puede ser de corta duración o crónica, y esta última es capaz causar daños permanentes en el órgano.
La terapia génica podría resultar un método caro para tratar la diabetes. Ya existen en el mercado varias terapias génicas para otras enfermedades, y su precio está por las nubes. Una de ellas, que trata un trastorno sanguíneo llamado beta-talasemia, cuesta 2.8 millones de dólares. Otro, para la hemofilia B, cuesta 3.5 millones de dólares.
María Escobar Vasco, endocrinóloga y experta en diabetes de UT Health San Antonio, señala que la idea de una terapia génica única es intrigante, pero que serán necesarias más pruebas. "La pregunta es: ¿es segura? Creo que aún no lo sabemos", opina. El objetivo de la empresa es iniciar un ensayo inicial en humanos a finales de 2024, por lo que aún faltan algunos años para conocer las respuestas.
¿Y si evitamos la inyección?
Mientras tanto, ya existe una forma alternativa de administrar semaglutida: en forma de píldora. Novo Nordisk, que fabrica Ozempic y Wegovy, también fabrica Rybelsus, un comprimido utilizado en el tratamiento de la diabetes, y ahora está probando una versión de dosis más alta para el control de peso. Su competidora, Pfizer, está desarrollando su propia pastilla, que también imita el GLP-1. Los comprimidos pueden ayudar a seguir un régimen de dosificación porque son más cómodos que las inyecciones, pero también conllevan el riesgo de efectos secundarios gastrointestinales y deben tomarse repetidamente.
Aún se desconoce si la terapia génica de Fractyl provocará efectos secundarios similares. Con Ozempic y Wegovy, estos efectos suelen aparecer en las primeras fases de la toma del fármaco, cuando se aumenta la dosis de forma constante. Normalmente, desaparecen por sí solos.
"El efecto de que el medicamento provoque náuseas se produce en realidad en el cerebro", cuenta Randy Seeley, profesor de cirugía y especialista en obesidad de la Universidad de Michigan y quien es asesor de Fractyl. Dado que la terapia génica de Fractyl se administra en el páncreas, puede evitar el problema de los efectos secundarios. Pero si parte de la GLP-1 llega al torrente sanguíneo, Seeley advierte que podrían producirse efectos secundarios similares a los de los fármacos actuales.
No obstante, si la terapia génica de una sola toma funciona y es segura, podría cambiar las reglas del juego en el control de la diabetes y el sobrepeso: "La diabetes de tipo 2 es una enfermedad crónica que debe tratarse crónicamente. La obesidad es una enfermedad crónica que necesita tratamiento crónico", alerta Seeley. "Si solo hay que dar acceso a la gente una vez, en lugar de cada semana, el uso de esta estrategia aumentará y beneficiará a más pacientes".