La incidencia de la diabetes mellitus tipo 1 (DM1) en niños y adolescentes se disparó un 57 y un 60 por ciento en 2021, según un estudio de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña (AQUAS) con participación del Hospital del Mar (Barcelona).
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que se caracteriza por la falta de producción de insulina por parte del páncreas, lo que provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre.
En algunos países ya se había notificado un incremento en la incidencia de diabetes tipo 1 durante la pandemia de COVID-19. Por eso, estos investigadores querían comprobar si esta situación se había reproducido también en Cataluña. Aunque los datos se centran en esta comunidad autónoma, podrían ser relativamente extrapolables para el resto de España.
A nivel mundial, un análisis publicado recientemente que incluyó 24 estudios y 5.671 nuevos casos de diabetes tipo 1 en edad pediátrica, describió un aumento significativo de la incidencia de nuevos casos durante la pandemia de COVID-19, de hasta 19,73 casos por cada 100.000 niños durante 2019 y 32,39 por cada 100.000 niños durante el 2020.
Según sus hallazgos, en el año 2020 la incidencia no aumentó significativamente respecto al año anterior, pero para el año 2021 aumentó en un 28 por ciento, con 170 nuevos casos observados más que los esperados. Los mayores aumentos, en ambos años, se dieron entre las personas menores de 18 años y las mujeres.
Así, en 2020, la incidencia de DM1 en niños y adolescentes fue un 32 por ciento más alta de la esperada en años normales. El año siguiente, incluso, se disparó al 57 y 60 por ciento, respectivamente.
Por su parte, en adultos también se observó una subida de casos, aunque con mucha más moderación. Por sexos, las mujeres experimentaron un incremento de la incidencia significativamente superior a la de los hombres en 2021 (60% frente a 12%).
En base a todos estos datos, los investigadores apuntan que durante la pandemia de COVID-19 se produjo un "aumento notable y estadísticamente significativo" de la incidencia de casos de diabetes mellitus tipo 1 en Cataluña, aunque precisan que "no es posible establecer una relación de causalidad entre la pandemia y la diabetes".
Por ello, concluyen que "se requieren más estudios para investigar los posibles mecanismos biológicos o sociales que podrían explicar este fenómeno y sus implicaciones clínicas y sanitarias".
Como posibles limitaciones del estudio, el estudio recoge que es posible que exista un "infraregistro" o un retraso en la codificación de los nuevos diagnósticos durante el 2020 y 2022. "Esto puede estar motivado por la saturación del sistema sanitario que ha existido en determinados momentos de la pandemia", han remachado.