La decisión de una familia estadounidense, al ofrecerse para participar en una investigación científica después de que a tres de sus seis hijos les diagnosticaran diabetes tipo 1 (insulinodependiente), ya ha dado resultado.
En la Universidad de Vanderbilt han descubierto que la deficiencia de insulina, independientemente de la inmunidad asociada a la diabetes tipo 1 es el factor principal de tener un páncreas de menor tamaño
La insulina es un factor importante para determinar el tamaño del páncreas y su pérdida conduce a un páncreas mucho más pequeño, según un estudio.
Veinte años después de que David y Ellen Pursell decidieran que su familia participaría en una investigación, después de que diagnosticaran diabetes tipo 1 a tres de sus seis hijos, un equipo de investigadores de la Universidad de Vanderbilt concluye en un estudio que el déficit de insulina, al margen de la autoinmunidad, es el factor principal que conduce a un páncreas más pequeño.
Cuatro miembros de esta familia de ocho personas que viven en Alabama (seis hijos y el matrimonio) tienen diabetes monogénica, debido a una rara mutación en el gen de la insulina, lo que lleva a una deficiencia de esta hormona sin autoinmunidad.
La resonancia magnética nuclear (RMN) del páncreas mostró un tamaño reducido y una forma alterada en estas personas. Fue similar a lo que se había observado previamente en personas con diabetes tipo 1.
Estos hallazgos que difunde Diabetes Care arrojan luz sobre la investigación de esta enfermedad que, como recuerda el profesor David Moore, miembro de este equipo, “no hay muchas familias, especialmente numerosas, que tengan exactamente esta forma de diabetes”.
Tras presentarse voluntarios a este estudio en 2003, se sorprendieron años después cuando un investigador del Centro de Diabetes Kovler, de la Universidad de Chicago, les llamó para decirles que los avances científicos habían revelado que los cuatro, en realidad, tenían diabetes monogénica debido a una mutación en el gen de la insulina en lugar de diabetes tipo 1.
El año pasado, investigadores de la Universidad de Vanderbilt que estaban colaborando con Siri Greeley, en el Registro de Diabetes Monogénica del Kovler Diabetes Center, se pusieron en contacto con los Pursell para ver si podían viajar a Nashville para medir con precisión sus páncreas.
Estos científicos, junto con Jack Virostko, de la Universidad de Texas en Austin, encontraron que la reducción en el tamaño del páncreas estaba presente en el momento del diagnóstico de diabetes tipo 1.
Los investigadores de Vanderbilt también participaron en un equipo internacional sobre Evaluación multicéntrica del páncreas en la diabetes tipo 1 (MAP-T1D), para desarrollar un protocolo estandarizado de imágenes de resonancia magnética con el fin de evaluar el volumen y la microarquitectura del páncreas.
«Sabemos que el páncreas es mucho más pequeño en las personas con diabetes tipo 1, pero no ha habido buenos modelos para entender exactamente lo que ocurre», puntualiza el doctor Wright, de la División de Diabetes, Endocrinología y Metabolismo y primer autor del estudio.
“Es la primera vez que podemos demostrar en humanos que la insulina es un factor importante para determinar el tamaño del páncreas y su pérdida conduce a un páncreas mucho más pequeño”, añade.
A David y Ellen y sus hijos, ahora adultos, Peggy Rice, Vaughan Spanjer, Chrissy Adolf, Ramsey Nuss y sus hijos gemelos Parker y Martin Pursell se les midió el tamaño del páncreas utilizando el protocolo estandarizado de resonancia magnética de Vanderbilt. David, Chrissy, Parker y Martin tienen diabetes monogénica.
Esta investigación ha sido posible gracias a la financiación de los Institutos de Ciencias de la Imagen y de Investigación Clínica y Traslacional de la Universidad de Vanderbilt, de Leona M. and Harry B. Helmsley Charitable Trust, Juvenile Diabetes Research Foundation, Doris Duke Charitable Foundation, NIH y Vanderbilt and Chicago Diabetes Research and Training Center.