La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición participa en #Xperienciakilimanjaro, una iniciativa en la que participarán 21 personas, entre especialistas en Endocrinología y Nutrición, sanitarios y cinco personas con diabetes para coronar la cima del Kilimanjaro, la montaña más alta de África (5.895 metros).
La SEEN realiza este reto, en el que emplearán 12 días a partir del próximo 29 de junio, junto a Trainsplant, una organización internacional que ayuda a las personas con trasplante y enfermedades crónicas. Los endocrinos destacaron que se trata de una experiencia que a los participantes de anteriores ediciones “les ha marcado”.
El objetivo del proyecto es apoyar a aquellos que se han visto sometidos a un proceso complicado como una recuperación después de un accidente, una intervención quirúrgica, un tratamiento o una fase pre y post trasplante. También se persigue sensibilizar a la sociedad sobre las complicaciones que estas situaciones pueden conllevar y lo difícil que puede ser volver a realizar actividades cotidianas que requieren esfuerzo físico.
Para la doctora Juana Olivar Roldán, miembro del Grupo de Endocrinología, Nutrición y Ejercicio Físico de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Genefseen), que se sumó el año pasado a la Xperienciakilimanjaro, dicha experiencia permite que se alcance una cercanía y un intercambio de sensaciones “bastante difícil de lograr en el marco de una consulta”.
Añadió que “la corriente de empatía que se establece entre médico y paciente al compartir una actividad tan intensa como ésta contribuye a valorar más la importancia que tiene entender cómo se siente el paciente en el abordaje de la enfermedad y la relevancia también de transmitirles la sensación de que se les escucha”.
Según la especialista Elena Saura, miembro de Genefseen, que también integró la expedición el año pasado, afirma que “subir el Kilimanjaro junto con sanitarios y endocrinólogos posibilita que este viaje marque un antes y un después en la forma de ver la relación médico paciente tras cumplir este desafío”.
EMOCIONES Y CAMBIOS CORPORALES
“Cuando eres consciente de lo que supone controlar de manera constante tus niveles de azúcar y con el resultado de tu glucemia, tienes que tomar decisiones que van a influir al desarrollo de tu día, empiezas a ver la diabetes con otros ojos. A veces vivir con diabetes es hacer un encaje de bolillos con todas las variables que afectan a la glucemia”, remachó la doctora Mercedes Noval, miembro de Genefseen y del Grupo de Lípidos de la SEEN. “Ponerse en los zapatos de las personas con diabetes implica experimentar un aluvión de emociones”, agregó.
La doctora Saura constató los cambios corporales que se produjeron tras el ascenso difieren entre los pacientes con diabetes y los que no padecen esta patología. "Los viajeros que no padecían diabetes, al contrario de lo que pensábamos, no perdían peso ni grasa e incluso algunos participantes ganaron peso. Sin embargo, sí sucedía en los pacientes con diabetes. En los guías y porteadores se reflejaba claramente la dureza de su trabajo, especialmente en estos últimos, que perdían significativamente más peso y grasa”.
Por su parte, Arturo Carvajal, paciente con diabetes y participante en el pasado ascenso al kilimanjaro, destacó que ascender hasta la montaña más alta de África junto con los endocrinos "nos ha servido de gran ayuda a la hora de tomar decisiones, pero no sólo por sus conocimientos en el campo de la medicina, sino sobre todo por la empatía que mostraron y porque las decisiones se adoptaban en función de cómo estaba cada paciente".
Los expertos se metieron en la piel de los afectados con diabetes al utilizar un sensor de monitorización y un glucómetro para medirse los índices de azúcar antes y después de las comidas. “Así, pueden experimentar la difícil tarea de llevar una glucemia siempre controlada porque también sufren esas subidas y esas bajadas. Para nosotros supone también un consuelo, comprobar que las personas sin diabetes también tienen picos”, señaló Carvajal.