Entre un 46 y un 63 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 no presenta un control glucémico estricto -HbA1c (medición de control de azúcar en la sangre) menos de 6,5%- durante los primeros 5 años tras el diagnóstico de la enfermedad, según indica el estudio 'PRIORITY-T2D'de Lilly, presentado durante el 64º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.
Además, un alto porcentaje de personas con diabetes tipo 2 no alcanza los objetivos de pérdida de peso. En concreto, más del 60 por ciento no logra una reducción de peso y más del 80 por ciento no alcanza pérdidas.
Asimismo, el estudio tiene como objetivo determinar la proporción de personas menores de 65 años con diabetes tipo 2 que presentan niveles de HbA1c dentro de tres objetivos de control glucémico (menor de 7%, menor de 6,5% y menor de 5,7%) durante los primeros 5 años tras el diagnóstico en condiciones de práctica clínica habitual en España.
En este trabajo se han analizado un total de 8.973 españoles con diabetes tipo 2, mayoritariamente varones (59% hombres y 41% mujeres), con una edad media de 52,9 años y una HbA1c media de 7,7 por ciento en el momento del diagnóstico. De acuerdo con el Índice de Masa Corporal (IMC), sólo el 7,9 por ciento de la población del estudio mostraba normopeso, el 27,5 por ciento tenía sobrepeso y el 64,4 por ciento tenía obesidad en el momento del diagnóstico.
En este sentido, varios estudios científicos apoyan la importancia de la detección temprana de la diabetes y el control estricto de la glucosa desde el comienzo de la enfermedad para reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.
"El control de la diabetes tipo 2 dentro de los 5 primeros años de la enfermedad es determinante en la historia natural de la diabetes, no sólo para poder reducir la probabilidad de complicaciones a largo plazo, sino para intentar enlentecer el deterioro de la secreción de insulina que caracteriza a esta enfermedad", ha explicado Emilio Ortega, autor principal del estudio y miembro del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona.
DIFICULTADES EN EL CONTROL GLUCÉMICO Y DEL PESO
En los pacientes con un diagnóstico reciente de diabetes tipo 2 (menos de 6 años desde el diagnóstico), la reducción sustancial de peso ha demostrado tener un efecto modificador de la enfermedad, según apuntas varios investigaciones.
Los resultados de 'PRIORITY-T2D' ponen de manifiesto que las personas con una pérdida de peso igual o superior al 10 por ciento alcanzada en el primer año tras el diagnóstico tienen una mayor probabilidad de estar dentro de objetivos estrictos de control glucémico. Asimismo, se ha observado un mayor porcentaje de personas con niveles de HbA1c menor de 6,5% entre aquellos que lograron pérdidas de peso de mayor magnitud.
En este sentido, Miriam Rubio, directora del área Médica de Lilly Diabetes en España, ha señalado que "este estudio evidencia el potencial beneficio de la pérdida temprana del peso corporal sobre el control glucémico. Como es sabido y se ha demostrado previamente en diferentes investigaciones, las personas con diabetes tipo 2 se enfrentan con muchas dificultades para alcanzar y mantener estos objetivos de pérdida de peso".
Por su parte, Ortega ha comentado algunas de las barreras que tienen los pacientes para alcanzar los objetivos de control. "Algunas tienen que ver con la adherencia al plan terapéutico, el desconocimiento de su enfermedad que dificulta el autocuidado, las condiciones de vida complejas que impiden un seguimiento adecuado, los posibles efectos secundarios de los medicamentos prescritos o el miedo a tenerlos, y la dificultad para cambiar hábitos de vida desfavorables tan importantes en esta enfermedad. Un elemento importante es la falsa percepción de seguridad que tienen estas personas debido a que la diabetes tipo 2 es una enfermedad indolora y asintomática especialmente en los primeros años".
En cuanto a los profesionales, Ortega ha añadido que "pueden encontrarse con dificultades relacionadas con la necesidad de actualización continua de conocimientos en torno a la enfermedad: desde la importancia y el grado de control necesario para cada persona, pasando por las múltiples opciones farmacológicas que existen y cómo y en qué pacientes utilizarlas, el tiempo para actuar o la toma de decisiones en la consulta, entre otras".
Para favorecer un mejor control en las personas con diabetes tipo 2, Ortega ha asegurado que "es fundamental transmitir a los pacientes que los primeros años tras el diagnóstico son clave por su impacto futuro en complicaciones crónicas y la posibilidad de enlentecer el deterioro progresivo del control glucémico con actuaciones claras. Transmitir estos conceptos a los pacientes y abandonar la visión tradicional de que se trata de un problema de poca entidad o que aún no requiere una dedicación concreta, puede ayudar a estas personas a mejorar su adherencia farmacológica y a promover cambios en su estilo de vida".