La diabetes tipo 2 es un problema de salud que puede prevenirse con una buena alimentación y la práctica de deporte habitual, siguiendo unos hábitos de vida saludables que nos permitan mantener el azúcar bajo control. No obstante hay muchos mitos sobre esta enfermedad que poco a poco se van desmontando gracias a la investigación científica.
La creencia generalizada es que acumular grasa alrededor de la barriga aumenta el riesgo de padecer diabetes de tipo 2. Sin embargo, un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (Estados Unidos) sugiere que las variaciones que se producen de forma natural en nuestros genes pueden llevar a algunas personas a almacenar grasa en la cintura, pero también a protegerlas de la diabetes.
Este inesperado descubrimiento ofrece una visión más matizada del papel de la obesidad en la diabetes y otros problemas de salud relacionados. También podría allanar el camino hacia una medicina más personalizada, es decir, tratamientos adaptados a cada persona.
«Cada vez hay más pruebas de la existencia de una obesidad metabólicamente sana. En este caso, las personas que normalmente estarían en riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes por ser obesas están protegidas de los efectos adversos de su obesidad. En nuestro estudio, encontramos un vínculo genético que puede explicar cómo ocurre esto en ciertos individuos», ha explicado Mete Civelek, uno de los responsables de la investigación, que se ha publicado en la revista científica 'eLife'.
A medida que la medicina se vuelve más sofisticada, la comprensión del papel de las variaciones genéticas naturales desempeñará un papel importante para garantizar que los pacientes reciban los tratamientos mejores y más adaptados.
El síndrome metabólico aumenta el riesgo de diabetes, ictus y otros problemas de salud graves. Uno de los parámetros que utilizan los médicos para determinar si un paciente padece síndrome metabólico es la obesidad abdominal. Suele calcularse comparando las medidas de cintura y cadera del paciente. Pero la investigación de Civelek sugiere que, al menos para algunos pacientes, puede no ser tan sencillo.
En el futuro, es posible que los médicos quieran comprobar los genes de un paciente para determinar la mejor manera de guiar a la persona por el camino de la buena salud. «Descubrimos que entre los cientos de regiones de nuestros genomas que aumentan nuestra propensión a acumular exceso de grasa en el abdomen, hay cinco que tienen un papel inesperado. Para nuestra sorpresa, estas cinco regiones disminuyen el riesgo individual de diabetes tipo 2», ha detallado Yonathan Aberra, autor principal del estudio.
El sofisticado método desarrollado por Civelek y sus colaboradores para identificar las variantes relevantes y sus posibles efectos será útil para futuras investigaciones sobre el síndrome metabólico y otras afecciones.