En 2006, el estudio Di@bet.es analizó por primera vez la prevalencia de alteraciones del metabolismo hidrocarbonado y diabetes en España.
Se observó que el 30% de la población tiene algún trastorno del metabolismo glucídico, y la prevalencia de diabetes mellitus es del 13,8%.
La mayoría de estos pacientes (90-95%) tienen diabetes mellitus tipo 2, mientras que la diabetes mellitus tipo 1 comprende el 5-10%.
El diagnóstico de diabetes es difícil para los pacientes y su familia ya que implica numerosos cambios en su vida, su alimentación, la dependencia de la medicación y un riesgo incrementado de morbimortalidad.
El mantener una buena adherencia al tratamiento y un adecuado control metabólico evita estas complicaciones y permite que las personas con diabetes disfruten de una vida plena y sana.
En 2006 el estudio Di@bet.es analiza por primera vez la prevalencia de alteraciones del metabolismo hidrocarbonado y diabetes en España. De forma similar a otros países europeos se observa que el 30% de la población tiene algún trastorno del metabolismo glucídico. La prevalencia de diabetes mellitus es de un 13,8%, de los que la mitad desconocen que padecen dicha enfermedad. La inmensa mayoría de estos pacientes (90-95%) tienen diabetes mellitus tipo 2.
Por su parte, la diabetes mellitus tipo 1 comprende el 5-10% del total de las formas de diabetes y se debe a una destrucción autoinmune de las células β pancreáticas. Esta destrucción implica una ausencia total de producción endógena de insulina y hace que el tratamiento subcutáneo con insulina (ya sea mediante múltiples dosis o sistemas de infusión subcutánea continua) sea el único tratamiento eficaz.
Muchas veces el diagnóstico cae como una losa sobre el enfermo y su familia ya que implica numerosos cambios en su vida, su alimentación, la dependencia de la medicación y un riesgo incrementado de morbimortalidad, incluyendo cardiopatía isquémica o enfermedad renal crónica, que está muy relacionado con el control de la glucemia y otros factores de riesgo cardiovascular. Esto además incrementa de forma exponencial el gasto sanitario y se calcula que el gasto de un paciente con diabetes mal controlada puede duplicar o incluso triplicar el de un paciente con adecuado control. El mantener una buena adherencia al tratamiento y un adecuado control metabólico evita estas complicaciones y permite que las personas con diabetes disfruten de una vida plena y sana.
La salud visual y la diabetes se encuentra íntimamente relacionadas.
En los últimos años, gracias a la investigación y los recursos destinados a mejorar la vida de estos pacientes ha habido una revolución tecnológica con los sistemas de monitorización continúa o flash de glucosa. El empleo de estos sistemas per se mejora el control de la hemoglobina glicosilada que es el máximo determinante de las complicaciones crónicas micro y macrovasculares asociadas con la diabetes como la retinopatía, la enfermedad renal (en España la diabetes es la primera causa de enfermedad renal crónica) o la cardiopatía isquémica. Actualmente en Madrid, los pacientes que tienen acceso a sistemas de monitorización continua de glucosa son aquellos diagnosticados con diabetes mellitus tipo 1 y aquellos con diabetes no 1, no 2, con múltiples dosis de insulina.
En las últimas décadas también ha habido avances y un cambio de paradigma en la práctica médica, y hemos pasado de un modelo paternalista, en el que el paciente era un mero espectador que acataba las decisiones referentes a su enfermedad a un modelo de autonomía del paciente, en el que las decisiones son consensuadas tras una correcta información por parte del profesional sanitario. Si bien siempre es importante que el paciente esté implicado en el tratamiento de su enfermedad, en el caso de las enfermedades crónicas, particularmente la de los pacientes diabéticos con múltiples dosis de insulina, esto es fundamental para conseguir una mejor adherencia al tratamiento, mejores resultados, menores complicaciones y menor mortalidad.
El gasto de un paciente con diabetes mal controlada puede duplicar o incluso triplicar el de un paciente con adecuado control
Diversos estudios han mostrado que la participación de los pacientes en la toma de decisiones está asociada a mejores resultados en el tratamiento y un mejor control de la diabetes, disminuyendo los daños colaterales de la falta de adherencia. Dado el avance que ha supuesto el desarrollo de los sistemas de monitorización continua de glucosa para el manejo de la diabetes, es de especial importancia garantizar este acceso a todos los pacientes que así lo requieran y que el sistema que utilicen se seleccione de forma consensuada entre paciente y profesional sanitario, y no solo respondiendo a criterios económicos.
Dada la íntima relación entre la adherencia y una buena adecuación del sistema seleccionado para cada paciente, es imprescindible introducir la voz de los pacientes y los profesionales sanitarios como factor crucial en los concursos de la Comunidad focalizados en productos sanitarios para pacientes con diabetes, como sensores o tiras.
El primer objetivo del II Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria, presentado por la CAM para el periodo comprendido entre 2022 y 2025, es promover mecanismos de participación de los pacientes y la ciudadanía, mencionando, de forma específica, como acciones a desarrollar la promoción de la incorporación de pacientes y Asociaciones de pacientes en aquellos órganos de asesoramiento y participación relacionados con la humanización, y la promoción de creación y desarrollo de los Consejos o Comités de Pacientes.
Con base en ello, parece lógica la introducción del punto de vista de los representantes de pacientes también en procesos como concursos, estando estos referidos a productos directamente relacionados con el cuidado de salud, como es el caso de los sensores de monitorización o las tiras reactivas.
Con esto, se garantizaría que el criterio que se tiene en cuenta no es solamente aquel de precio, sino también la calidad del producto y la adecuación para cada persona con diabetes. Cada paciente es único y debe poder, aconsejado por un profesional, elegir el dispositivo de entre los disponibles en el mercado que mejor se ajuste a sus necesidades específicas, asegurando la adherencia y, en última instancia, mejorando su calidad de vida. La adopción de este enfoque supondría, además, un primer paso de gran relevancia en el camino hacia una medicina personalizada y de precisión para las personas con diabetes.