Un coma diabético es un trastorno mortal que causa la pérdida del conocimiento el cual afecta -como lo dice su nombre- a quien padece diabetes, una de las enfermedades crónico degenerativas más preocupantes de la actualidad.
Si se tiene diabetes, los niveles peligrosamente altos de glucosa en la sangre, también llamada hiperglucemia, o los niveles peligrosamente bajos de glucosa en la sangre, conocida domo hipoglucemia, pueden provocar un coma diabético.
Al entrar en un coma diabético, estás vivo, pero no puedes despertar ni responder intencionalmente a las imágenes, los sonidos u otros tipos de estímulos. Si no se trata, un coma diabético puede provocar la muerte.
La idea de un coma diabético puede ser alarmante, pero se pueden tomar medidas para ayudar a prevenirlo.
Antes de tener un coma diabético, aparecen síntomas de glucosa sanguínea alta o baja y con ellas varios signos de que este trastorno mortal está cerca de aparecer.
Si el nivel de glucosa sanguínea es demasiado alto, es posible que los síntomas sean aumento de la sed, micción frecuente, visión borrosa, cansancio o debilidad, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, falta de aire, dolor estomacal, aliento con olor frutal y boca muy seca.
Mientras que en el caso del nivel de glucosa en la sangre es demasiado bajo, es posible que los síntomas sean temblores, ansiedad, cansancio o somnolencia, debilidad, sudoración, hambre, sensación de hormigueo en la piel, mareos o aturdimiento, dolor de cabeza, dificultad para hablar, visión borrosa, desorientación y pérdida del conocimiento.
Algunas personas, en particular las que han tenido diabetes durante mucho tiempo, padecen una afección conocida como desconocimiento de hipoglucemia. Eso significa que no presentan síntomas de advertencia que indiquen una disminución del nivel de glucosa en la sangre.
Si se tienen síntomas de un nivel alto o bajo de glucosa en la sangre, se tiene que medir de inmediato los niveles de glucosa en la sangre. Según los resultados de la prueba, hay que seguir el tratamiento para la diabetes. Si no se empieza a sentir mejor rápidamente o si se empieza a sentirte peor, hay que buscar de inmediato atención médica.
Los valores de glucosa en la sangre demasiado altos o demasiado bajos durante mucho tiempo pueden causar los siguientes problemas de salud graves, y todos ellos pueden llevar al coma diabético.
Cetoacidosis diabética: si las células musculares necesitan energía, el cuerpo puede comenzar a degradar la grasa para convertirla en energía. Este proceso genera ácidos tóxicos conocidos como “cetonas”. Si se tienen cetonas (detectadas en la sangre o la orina) y un nivel alto de glucosa en la sangre, la afección se denomina “cetoacidosis diabética”. Si no se trata, puede derivar en un coma diabético.
Síndrome diabético hiperosmolar: si el nivel de glucosa en la sangre supera los 600 miligramos por decilitro (mg/dl), o 33,3 milimoles por litro (mmol/l), la afección se conoce como “síndrome diabético hiperosmolar”. Cuando la glucosa en la sangre es extremadamente alta, el excedente de azúcar pasa de la sangre a la orina. Esto desencadena un proceso que elimina una gran cantidad de líquido del cuerpo. Si no se trata, puede ocasionar una deshidratación que pone en riesgo la vida y llevar a un coma diabético.
Hipoglucemia: el cerebro necesita azúcar (glucosa) para funcionar. En casos graves, los niveles bajos de glucosa en la sangre (hipoglucemia) pueden provocar desmayos. El nivel bajo de glucosa en la sangre puede ser provocado por un exceso de insulina o la falta de alimento. Hacer ejercicios muy enérgicos o beber demasiado alcohol puede ocasionar el mismo efecto.
Todas las personas que tienen diabetes corren el riesgo de tener un coma diabético, pero los siguientes factores pueden aumentarlo:
Problemas con la administración de la insulina: si se usa una bomba de insulina, debes controlar el nivel de glucosa sanguínea frecuentemente. La provisión de insulina puede detenerse si la bomba falla o el tubo (catéter) se dobla o se sale de su lugar. La falta de insulina puede generar cetoacidosis diabética.
Una enfermedad, un traumatismo o una cirugía: cuando se estáa enfermo o lesionado, los niveles de glucosa sanguínea pueden cambiar, a veces de forma significativa, lo que aumenta el riesgo de cetoacidosis diabética y síndrome diabético hiperosmolar.
Diabetes mal controlada: si no se controla el nivel de glucosa sanguínea correctamente o si no se toman los medicamentos, según las indicaciones del médico, se corre un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo y tener un coma diabético.
No utilizar insulina o saltearse comidas de forma deliberada: a veces, las personas que tienen diabetes y que además padecen un trastorno alimentario deciden no administrarse la insulina como deberían en el afán de perder peso. Esta es una práctica peligrosa que pone en riesgo la vida y que aumenta el riesgo de tener un coma diabético.
Consumir alcohol: el alcohol puede tener efectos impredecibles sobre la glucosa sanguínea. Los efectos del alcohol pueden hacer que te resulte más difícil darte cuenta si estás teniendo síntomas de niveles bajos de glucosa sanguínea. Esto puede aumentar el riesgo de tener una coma diabético por hipoglucemia.
Consumo de drogas ilícitas: las drogas ilícitas, como la cocaína, pueden aumentar el riesgo de tener un nivel gravemente alto de glucosa sanguínea y afecciones relacionadas con un coma diabético.
Un control diario y correcto de la diabetes puede ayudarte a prevenir el coma diabético.
Cumplir con tu plan de comidas: respetar las comidas o ingerir refrigerios en forma regular puede ayudarte a controlar el nivel de glucosa sanguínea.
Vigilar el nivel de glucosa sanguínea: las pruebas frecuentes de la glucosa sanguínea pueden indicar si se está manteniendo el nivel de glucosa sanguínea dentro del rango objetivo. También puede advertir de las subidas o bajadas del nivel que sean peligrosas. Controlar con más frecuencia si se hizo ejercicio, ya que puede hacer que los niveles de glucosa sanguínea bajen, incluso horas más tarde, sobre todo si no se hace ejercicio con regularidad.
Tomar los medicamentos como se indicó: si se tienen episodios frecuentes de niveles altos o bajos de glucosa sanguínea, infórmaselo al médico, es posible que se tenga que modificar la dosis o el horario en que se toma el medicamento.
Cuando el nivel de glucosa sanguínea sea elevado, controlar las cetonas: controlar las cetonas en la orina cuando el nivel de glucosa sanguínea sea superior a 250 mg/dl (14 mmol/l) en más de dos pruebas consecutivas, especialmente si se está enfermo.
Si se tienen grandes cantidades de cetonas, lo mejor es llamar al médico y pedir un consejo, también si se presenta cualquier nivel de cetonas y se tienen vómitos. Los niveles elevados de cetonas pueden provocar cetoacidosis diabética, lo que puede dar lugar a un coma.
Tener a la mano glucagón y fuentes de azúcar de acción rápida: si se usa insulina para la diabetes, lo mejor es procurar tener a mano un kit de glucagón que esté actualizado y fuentes de azúcar de acción rápida, como comprimidos de glucosa o jugo de naranja, para los momentos en que se necesite tratar los niveles de bajos de glucosa sanguínea.
Considera la posibilidad de usar un glucómetro continuo, en especial si resulta difícil mantener un nivel estable de glucosa sanguínea o si no se sienten los síntomas de los niveles bajos de glucosa sanguínea (desconocimiento de la hipoglucemia).
Los glucómetros continuos son dispositivos que usan un sensor pequeño que se inserta debajo de la piel para registrar las tendencias de los niveles de glucosa sanguínea y trasmitir la información a un dispositivo inalámbrico, como un teléfono inteligente. Estos glucómetros pueden alertar cuando la glucosa sanguínea llega a valores peligrosamente bajos o cuando los niveles disminuyen demasiado rápido.
Aun así se tiene que medir los niveles de glucosa sanguínea con un medidor de glucosa, incluso si usas uno de estos glucómetros. Los glucómetros continuos son más costosos que otros métodos de medición de la glucosa, pero te pueden ayudar a controlarla mejor.
Beber alcohol con moderación: dado que el alcohol puede tener un efecto impredecible en el nivel de glucosa sanguínea, come algo antes de beber alcohol si decides hacerlo.
Informa a tus seres queridos, amigos y compañeros de trabajo: enseña a tus seres queridos y otras personas cercanas a reconocer los primeros síntomas de los valores extremos de la glucosa sanguínea y a administrar inyecciones de emergencia. Si pierdes el conocimiento, alguien debería ser capaz de pedir ayuda de emergencia.
Lleva un brazalete o collar de identificación médica: si estás inconsciente, el brazalete o collar puede brindar información valiosa a tus amigos, a tus compañeros de trabajo y al personal de emergencias médicas.
El tratamiento de un coma diabético depende de las causas, si fue ocasionado por la disminución de la glucosa en la sangre o por una alza excesiva de ésta.
Si el nivel de glucosa sanguínea es demasiado alto, es posible que se necesiten líquidos por vía intravenosa para reponer el agua en el cuerpo; suplementos de potasio, sodio o fosfato para que las células puedan funcionar correctamente; insulina para que el cuerpo pueda absorber la glucosa en la sangre y un tratamiento de infecciones.
Si la glucosa en la sangre es demasiado baja, es posible que administren una inyección de glucagón, esto hace que tu nivel de glucosa en la sangre se eleve rápidamente. También se puede administrar dextrosa intravenosa para subir los niveles de glucosa en la sangre.