Cuando se tiene diabetes hay que tener un buen control del azúcar en sangre de manera regular, ya que su aumento podría mostrar complicaciones en el cuerpo. La absorción del azúcar se convierte en energía rápidamente por el cerebro y los nervios necesitarán un suministro constante, ya que es uno de los macronutrientes, junto a las grasas y las proteínas, que nos aportan energía.

La glucosa se obtiene por alimentos ricos en hidratos de carbono como son los cereales (arroz, trigo, avena, mijo, sorgo o maíz) , la pasta y panes artesanos, la quinoa o trigo sarraceno, fruta fresca y fruta deshidratada, tubérculos como yuca, patata, zanahoria, calabaza y boniato, vegetales y la miel. Estas serían opciones sanas para adquirir la glucosa, pero también hay fuentes insanas como las golosinas, chucherías, caramelos, chicles con azúcar, la bollería y confitería, los zumos, galletas y cereales de desayuno, cacaos solubles , salsas (ketchup, salsa agridulce, salsa barbacoa, salsa césar), helados, yogures y lácteos azucarados, alimentos precocinados o congelados de calentar y listo, entre otros, que debemos evitar.

¿Cuál es el nivel ideal de glucosa en sangre?

La Organización Mundial de la Salud consideran los 100 mg/dl de azúcar en sangre como plenamente normales. En ayunas, cuando la cantidad de glucosa en la sangre se mide al menos ocho horas después de una comida, el rango está entre 70 y 100 mg/dl. Cuando el azúcar se encuentra entre 100 y 125 mg/dl, se habla de glucemia basal alterada y de 126 mg/dl o más indicarían un diagnóstico de diabetes.

La bollería industrial es una de las fuentes insanas de glucosa no recomendada para la diabetes. Fuente: Unsplash,
Si tiene diabetes tipo 1 la Asociación Estadounidense para la Diabetes recomienda que el azúcar en la sangre debe ser de 90 a 130 mg/dl para adultos. Después de las comidas, 1 a 2 horas después de comer, el azúcar en la sangre debe ser de menos de 180 mg/dl en los adultos. Una vez el día haya acabado, el azúcar en la sangre debe ser de 90 a 150 mg/dl para adultos.

Si se padece la diabetes tipo 2, la Asociación recomienda que, antes de las comidas, el azúcar en la sangre sea de 70 a 130 mg/dl para adultos y que después de las comidas, una a dos horas después de comer, el azúcar en la sangre debe ser de menos de 180 mg/dl para adultos.

Hay que tener en cuenta que estas indicaciones variarán según la persona, porque otros factores como la edad, el estrés, la actividad física, si se toman a la vez otros medicamentos o se padece otra enfermedad, influirán en el nivel de azúcar en sangre.

Cuando los niveles son bajos (Hipoglucemia)

Cuando los niveles de azúcar en sangre son demasiados bajos, lo que sería por debajo de los 72 mg/dl, estaríamos hablando de hipoglucemia. Los síntomas son:

- Sudoración
- Sensación de hambre
- Debilidad
- Palidez
- Sensación de mareo
- Temblores y nerviosismo
- Palpitaciones
- Irritabilidad

La reducción de ingesta de azúcar en sangre es peligroso para nuestro organismo porque, como hemos mencionado antes, los nervios lo necesitan de manera constante. No comer, aumentar la actividad física o consumir alcohol pueden ser algunas de las causas.

Cuando los niveles son altos (Hiperglucemia)

Cuando los niveles de glucosa son altos y por mucho tiempo, las consecuencias son graves. estos son los síntomas:

- Ganas frecuentes de orinar
- Aumento de la sed
- Dolor de cabeza
- Fatiga
- Dificultad para concentrarse

Los motivos pueden ser consumir más carbohidratos de los recomendados, no tomar suficiente insulina en el caso de que se padezca de diabetes, no realizar actividad física, la deshidratación y por efectos secundarios de algunos medicamentos como esteroides.