Las personas que padecen de diabetes pueden tener ciertas dificultades cuando sufren alguna herida, pues aumenta la probabilidad de sufrir una infección. En los diabéticos, las heridas podrían tardar más tiempo en sanar y podrían ser particularmente riesgosas si no se atienden.

Por lo tanto, es indispensable que una persona con diabetes mantenga los niveles de azúcar en la sangre en un rango adecuado (< 125 mg/dl). Es necesario tratar de que la herida cicatrice lo antes posible con el objetivo de evitar infecciones.

¿Cómo curar las heridas?

En caso de que tengas una herida (ampolla, corte o rozadura), es recomendable que sigas estos pasos indicados por Íñigo Espinar Vicario, Enfermero en el hospital Saint George en Londres.

- Lávate bien las manos antes de realizar la cura de la herida (esta recomendación es muy importante para no favorecer la infección).
- Lava adecuadamente la herida con agua y jabón.
- Realiza un buen secado de la zona con gasas de algodón estéril.
- Aplica un antiséptico suave y que no tenga pigmentación (los pigmentados como el yodo pueden resecar más la herida; sin embargo, la clorhexidina es una sustancia antiséptica de acción bactericida y fungicida muy eficaz).
- Tapa y protege la herida con una gasa y cúbrela con un apósito.
- Acude a tu centro de salud para hacer un seguimiento del tratamiento.

Tras la evaluación de un profesional sanitario, es importante que sigas estos consejos clave para cuidar esta herida:

- Controla tus valores de azúcar en sangre.
- Mantén la úlcera limpia y protegida con una venda.
- Limpia la herida diariamente y cambia los apósitos que estés utilizando.
- Si la herida se ha producido en los pies, alivia la presión inmediatamente.
- Visita a un especialista para que evalúe la herida con cierta frecuencia.