La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades más frecuentes entre las mujeres, sobre todo en determinadas etapas de la vida como la menopausia. Así lo explica a DM Sharona Azriel, médica adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Sofía y del Hospital Universitario Quirón Pozuelo, ambos de Madrid. “La diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles que ha sufrido un mayor incremento en su prevalencia en los últimos años: en España afecta al 13,8% de la población según los datos del estudio di@bet.es publicado en 2012”, detalla Azriel.
Este mismo informe revela que, aunque la diabetes tipo 2 es más frecuente en los hombres, el aumento de la edad y el hecho de vivir en un entorno socioeconómico bajo influyen de forma más negativa en la población femenina e incrementan la posibilidad de desarrollar la enfermedad. “Hay determinadas etapas de la vida, como la menopausia, en las que aumenta la grasa abdominal, lo que supone un mayor factor de riesgo”, matiza.
En este sentido, el estudio di@bet.es sugiere que ante menores ingresos económicos también se perciben tasas más altas de hipertensión y colesterol en el sexo femenino. “Es importante comentar que las mujeres con diabetes tienen más limitaciones físicas y cognitivas que los hombres, y comorbilidades como la depresión, porque ellas están más pendientes del entorno familiar y, por tanto, tienen menos autocuidado y menor adherencia terapéutica”, destaca.
En términos generales, cada hora se diagnostican 44 casos de diabetes tipo 2 en España, según los últimos datos presentados recientemente en el congreso anual de la Sociedad Española de Diabetes.
Para esta endocrinóloga es fundamental seguir las guías europeas que determinan los criterios de diagnóstico y los tratamientos de las pacientes. Sin embargo, para llegar a una detección precoz, tanto de la enfermedad como de las comorbilidades que presenta, Azriel considera que “la relación entre atención primaria y hospital debe ser fluida, y la atención especializada debe facilitar al médico de primaria información sobre las situaciones en las que son necesarios los cribados y las derivaciones”.
“Entramos en una nueva era con fármacos antiobesidad que van dirigidos contra hormonas como la GLP-1”
A pesar de estas líneas de mejora, esta especialista estima que en la mayoría de los casos sí se establecen derivaciones y protocolos comunes para tener estandarizado cuándo hay que derivar a los pacientes. “Existen una serie de criterios para los cuales sabemos que es preciso realizar un cribado: tensión arterial, sobrepeso, niveles HDL bajos o triglicéridos elevados”.
En el caso de la población femenina, advierte de que “es importante que toda mujer que haya presentado una diabetes gestacional o que tenga antecedentes de macrosomía fetal sea sometida a un control desde primaria, y se establezcan medidas higiénico-dietéticas y un correcto patrón alimentario para prevenir la diabetes tipo 2”.
Avances terapéuticos en diabetes
A su juicio, el manejo de la enfermedad ha experimentado una auténtica revolución desde el punto de vista terapéutico con la comercialización de nuevos fármacos y moléculas que van más allá del control glucémico porque han demostrado beneficios cardiovasculares y renales. “Las innovaciones terapéuticas en el tratamiento de la diabetes tipo 2 se basan sobre todo en fármacos de dos grupos: los glucosúricos o inhibidores del sodio glucotransportador tipo 2 y los antagonistas de receptores DGT-1”, que son de administración semanal o diaria por vía parenteral.
“La diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles que ha sufrido un mayor incremento en su prevalencia”
Está a punto de llegar al mercado un nuevo agonista de receptores dgt1 de administración semanal con una elevada potencia metabólica “que ha mostrado una gran eficacia en cuanto a reducción de la hemoglobina glucosilada, reducción de peso y tensión, así como del ictus en pacientes con diabetes 2 que han sufrido un evento cardiovascular”.
Con respecto a nuevas dianas terapéuticas, se están abriendo paso otras líneas dirigidas a uno de los principales factores de riesgo: la obesidad. “Estamos iniciando una nueva era con fármacos que van dirigidos contra hormonas como la GLP-1 y que están demostrando resultados muy esperanzadores en obesidad porque están consiguiendo disminuciones de peso de hasta 11 kilos”, apunta. En su opinión, en los próximos años se podrían obtener muy buenos resultados con estos tipos de medicamentos e, incluso, que se planteen asociaciones donde una misma molécula contenga insulina basal y agonista GLP-1 con óptimos beneficios metabólicos.