La diabetes es una enfermedad que debilita el cuerpo, recientemente se ha observado una relación entre la fractura de cadera y la diabetes.
Si el anciano es diabético tienen aún más riesgo; según la OMS un 1,6% se caen más que los no diabéticos, con un aumento del 2% en daños físicos. Asimismo, el 35% de los ancianos diabéticos que se desploman se han caído ya en múltiples ocasiones.
Esta relación entre la diabetes y la fractura de cadera se debe a que la diabetes produce polineuropatía, que involucra los vasos sanguíneos y afecta el equilibrio, la sensibilidad de las piernas lo que hace que el anciano tenga menos posibilidad de esquivar un obstáculo y caiga.
Otro de los factores de las caídas y las fracturas de cadera en los diabéticos es que los ancianos con esta enfermedad padecen también de disautonomía, que hace que al ponerse de pie se desequilibre la tensión arterial y se caigan.
La pérdida de visión por retinopatía diabética, causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, o por otras enfermedades oculares, provoca que “el anciano vea mal, tropiece y se caiga más”, indicó Marta Isabel Castro Rodríguez, especialista en geriatría del Hospital Universitario de Getafe (Madrid).