Una nueva investigación publicada en 'Diabetologia' --la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD)-- muestra que los nuevos casos de diabetes tipo 1 están aumentando en un 3,4 por ciento por año en toda Europa. Si esta tendencia continúa, se duplicaría en los próximos 20 años, según las conclusiones del estudio, coordinado por el profesor Chris Patterson del Centro de Salud Pública de la 'Queen's University Belfast', Reino Unido.
En un contexto de un aumento casi universal de la incidencia de diabetes tipo 1 en la infancia, los informes recientes de algunos países sugieren una desaceleración en este aumento. Estudios ocasionales también describen variaciones cíclicas en la incidencia, con periodicidades de entre 4 y 6 años. En este nuevo trabajo, los autores analizaron las tasas de incidencia estandarizadas por edad/sexo para el grupo de edad de 0 a 14 años con datos de 26 centros europeos (que representan a 22 países) que han registrado individuos recién diagnosticados en regiones definidas geográficamente a lo largo de 25 años durante el periodo 1989-2013.
Los datos mostraron aumentos significativos en la incidencia en todos menos dos centros pequeños, con una tasa máxima de aumento del 6,6 por ciento anual en un centro polaco. Varios centros en países de alta incidencia, incluidos Finlandia y Noruega, junto con dos centros en Reino Unido, mostraron tasas de reducción en los últimos años. A pesar de esto, un análisis conjunto en todos los centros reveló un aumento del 3,4 por ciento anual en la tasa de incidencia, aunque sugirió una reducción en la tasa de aumento en el periodo 2004-2008, donde cayó al 1,1% anual.
INCREMENTOS SIMILARES EN AMBOS SEXOS
Las tasas de aumento fueron similares en niños y niñas en el grupo de edad de 0 a 4 años (3,7 por ciento anual en ambos) y en el grupo de edad de 5 a 9 años (3,4 y 3,7 por ciento por año, respectivamente), pero fueron mayores en niños que en niñas en el grupo de edad de 10 a 14 años (3,3 y 2,6 por ciento anual, respectivamente). Se detectó una periodicidad significativa de cuatro años en cuatro centros (Alemania-Sajonia, Alemania Renania del Norte-Westfalia, Suiza y Reino Unido Oxford).
Los autores dicen: "El número cada vez mayor de niños diagnosticados con esta enfermedad crónica, que se asocia con aumentos de morbilidad y mortalidad bien documentados y de por vida, tiene implicaciones importantes para aquellos que planifican y suministran atención médica. El éxito limitado a la hora de identificar si es por causas ambientales o interacciones gen-ambiente, lo que eventualmente podría conducir a la prevención de enfermedades, significa que hay que seguir trabajando para mejorar la calidad de la atención para ayudar a reducir las complicaciones a largo plazo y las muertes relacionadas con la diabetes".
Y agregan: "La clave de esto es mejorar el control del azúcar en la sangre que se logrará no solo con métodos más sofisticados de administración de insulina, sino también con una mayor inversión en servicios para brindar apoyo a equipos de atención bien entrenados y dedicados con un número suficiente para atender las crecientes necesidades de este grupo de niños y sus familias".