Profesionales del servicio de Endocrinología de Cabueñes empiezan en La Asunción una ronda por los centros escolares para familiarizar a los maestros con la enfermedad de algunos alumnos
En el colegio La Asunción este año la diabetes tipo 1 es casi como materia de exámen. Pero no de los alumnos, sino de los profesores de Primaria. Al menos, así lo parece a tenor del interés demostrado por el claustro del centro en recibir formación profesional sobre una enfermedad autoinmune y crónica -el páncreas no produce insulina- que hace sólo unos meses se le diagnosticó a un alumno de primero de Primaria. Un niño de 6 años al que no sólo su familia y los expertos sanitarios, sino también los maestros, quieren ayudar en su proceso de convivir sin miedos ni sobresaltos con esta enfermedad de la que en el área V se suelen diagnosticar al año entre 6 y 8 casos en menores de edad.
"Sabemos que en los colegios hay una necesidad de los profesores de familiarizarse con la diabetes tipo 1 cuando tienen un alumno que la padece. Son niños que requieren controles de glucosa, que pueden necesitar de la ayuda de algún adulto si tienen bajadas o subidas de niveles de azúcar y ante eso los profesores no siempre se sienten bien formados y esos casos se acogen con muchísimo miedo por el desconocimiento a lo que hay que hacer", explica María Riestra, responsable de la sección de Endocrinología de Cabueñes.
No sólo La Asunción -también La Corolla- ha requerido en estos años una formación básica de los expertos de Cabueñes, aunque sí ha sido la petición más reciente. Y si primero se daba apoyo en el propio hospital, el pasado septiembre la ayuda llegó al propio colegio y se extendió a casi todo el claustro. "Ya se nos ha solicitado de otros centros y nos interesa mucho trabajar en esta colaboración", indicó Riestra, asegurando que por parte del servicio no habrá más que buena acogida a las demandas que se les planteen para mitigar "ese miedo a lo desconocido que hace que un profesor reciba a uno de estos alumnos pensando: 'madre mía, qué responsabilidad'".
Chuseta Fuente, directora de Primaria de La Asunción, confirma la buena experiencia que resultó de la colaboración con Cabueñes. "Estamos muy agradecidos porque en esta ocasión, que no es la primera en la que el centro tiene un niño diabético, se trata de un alumno pequeño con el que todo el claustro se siente muy responsabilizado", explica, detallando que ya hace unos años tuvieron otra alumna diabética, pero de mayor edad y que era prácticamente autosuficiente en sus cuidados. Todo el claustro percibió, explica Fuente, "que ha habido muchos cambios tecnológicos en torno a esta enfermedad", hasta el punto de que ahora la familia y la tutora del niño tienen descargada una aplicación para el seguimiento constante de sus valores de glucosa.