El Colegio de Psicología de Castilla y León y la Asociación de Diabetes Valladolid firman un convenio para atender la demanda de estos enfermos.
El Colegio de Psicología de Castilla y León (COPCyL) ha firmado un convenio con la Asociación Diabetes de Valladolid (ADIVA) para atender la demanda de los enfermos de diabetes a través de cursos y talleres donde se trabaje el lado emocional de la esta enfermedad.
El vicedecano del Colegio de Psicología de Castilla y León, Jesús de Blas, asegura que la atención psicológica a estos enfermos en «indispensable». «Cuando esta enfermedad silenciosa da la cara, la noticia cae como un jarro de agua fría a los pacientes y a sus familiares», explica De Blas, quien puntualiza: «La diabetes termina por provocar depresión en algunos casos, y precisamente la presencia de este trastorno genera grandes desordenes en los niveles de glucosa y sume al paciente en un estado de pasividad ante la enfermedad que dificulta su tratamiento. Es el pez que se muerde la cola».
Otro de los factores que también influyen en el estado de las personas diabéticas es el estrés que provoca lidiar con una enfermedad crónica. «Lo más importante para sobrellevar la diabetes es que el propio enfermo actúe como un agente activo de la enfermedad, pero el miedo a las complicaciones y el estrés que generan los altibajos por los que se pasa, es uno de los talones de Aquiles de la enfermedad», explica Javier García Iglesias, presidente de ADIVA.
El tratamiento de la diabetes se asienta en tres pilares: la medicación, la alimentación y la actividad física. Y para poder atender a los tres «es necesario» que el paciente disfrute de un «equilibrio emocional», asegura el presidente de ADIVA. Así, el convenio contempla distintos talleres que trabajan este aspecto de los pacientes.
Los cursos que impartirá el COPCyL se agrupan en tres áreas: diabetes tipo I y II en adultos, niños y sus familias, y jóvenes y adolescentes.
«Cuando te diagnostican la enfermedad, el endocrino te trata la diabetes desde un punto de vista estrictamente médico, pero no se trabaja el factor emocional de la enfermedad», advierte De Blas del COPCyL, quien asegura que trabajar el estado de ánimo en los adultos con diabetes es una «gran herramienta de tratamiento».
Más complicado es aún cuando se trata de niños: «Para los pequeños no es fácil porque su vida cambia en muchos aspectos, por ejemplo, al principio no pueden acudir al comedor del colegio, y explicarle eso a un niño no es fácil», insiste Javier García Iglesias. Por este motivo uno de los talleres irá dirigido a niños con diabetes y a sus familiares, ya que al conocer el diagnóstico, muchos padres necesitan ayuda psicológica. Los talleres para familias estarán asistidos por el Colegio de Psicología de Castilla y León, la Endocrinología Pediátrica de Valladolid y familias veteranas que arroparán con su experiencia a los más noveles.
Los jóvenes y adolescentes forman el tercer colectivo para el que han diseñado talleres. «Los padres nos han demandado a la asociación reiteradamente apoyo psicológico para sus hijos adolescentes que padecen esta enfermedad, y gracias al convenio que hemos firmado vamos a poder dárselo», explica García Iglesias.
Los cursos y talleres impartidos por COPCyL arrancarán el próximo mes de septiembre.
En la comunidad hay más de 300.000 personas diabéticas mayores de 18 años, de las cuales unas 68.000 estarían sin diagnosticar, según los últimos datos de la Federación Española de Diabetes (FEDE). A ellos hay que sumar unos 350 niños menores de quince años (es la edad en la que finaliza la asistencia pediátrica) a los que se ha diagnosticado diabetes tipo 1.
La diabetes es una enfermedad crónica en la que se produce un exceso de glucosa o azúcar en sangre y en la orina, debido a una disminución de la secreción de insulina o a una deficiencia de su acción. Enfrentarse al diagnóstico de una enfermedad irreversible no es fácil de asimilar ni para el enfermo ni para su familia, y más si se trata de niños. Si, además, se le suma el estrés que genera sobrellevar el tratamiento y que precisamente el estrés es uno de los agentes activos que empeoran los niveles, la atención psicológica a las personas diabéticas se convierte en una «necesidad básica» para estos enfermos.