Las personas con diabetes tipo 2 pueden presentar mayor riesgo de tener un diagnóstico de enfermedad de Parkinson más adelante en la vida, según un estudio grande publicado en 'Neurology' el 13 de junio de 2018, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
Además, el riesgo puede ser mayor para las personas más jóvenes y aquellas con complicaciones de la patología.
El Parkinson es un trastorno progresivo que afecta a una parte del cerebro que ayuda a controlar el movimiento. En la diabetes tipo 2, una persona no produce suficiente insulina para convertir efectivamente el azúcar en sangre en energía o las células no usan la insulina tan bien como deberían.
"Nuestro estudio examinó los datos de una gran parte de la población inglesa y encontró un fuerte vínculo entre estas dos enfermedades aparentemente diferentes", dice el autor del estudio Thomas T. Warner, del 'University College London' (UCL), en Reino Unido. "Ya sea que la genética desempeñe un papel en el desarrollo de estas enfermedades o que tengan vías similares para el desarrollo, es necesario investigar más a fondo", afirma.
Para el estudio, los científicos analizaron los datos en una base de datos de hospitales a nivel nacional en Inglaterra durante 12 años e identificaron a más de 2 millones de personas que ingresaron en el hospital por diabetes tipo 2 por primera vez. Luego, se compararon con más de 6 millones de personas sin diabetes que ingresaron en un hospital por una variedad de procedimientos médicos y quirúrgicos menores, como esguinces, varices, apendicectomía y reemplazo de cadera.
De las más de 2 millones de personas con diabetes, 14.252 tenían un diagnóstico de enfermedad de Parkinson durante un ingreso hospitalario posterior, en comparación con 20.878 de las más de 6 millones de personas sin diabetes a las que posteriormente se les diagnosticó Parkinson.
MAYOR RIESGO DE PARKINSON EN LOS DIABÉTICOS MÁS JÓVENES
Tras excluir las afecciones que simulan la enfermedad de Parkinson y ajustar por edad, sexo, dónde vivían los participantes, frecuencia de ingresos hospitalarios y duración del seguimiento, los científicos encontraron que aquellos con diabetes tipo 2 tenían un 31 por ciento más de riesgo de diagnóstico posterior de enfermedad de Parkinson que aquellos sin diabetes
Los autores encontraron que el riesgo de ser diagnosticado con la enfermedad de Parkinson más adelante en la vida era aún mayor para las personas más jóvenes, de 25 a 44 años. En ese grupo, 58 de 130.728 personas desarrollaron Parkinson, en comparación con 280 de 2.559.693 en el grupo de personas sin diabetes, que después del ajuste equivalía a un riesgo cuatro veces mayor para las personas con diabetes.
Como comparación, entre los que tenían 75 años o más, había 7.371 personas de 664.709 personas con diabetes que desarrollaron Parkinson frente a un total de 10.105 de 752.104 en el grupo de personas sin diabetes, que después del ajuste representaba un riesgo 18 por ciento mayor que para aquellos sin diabetes
Además, aquellos con complicaciones por diabetes tenían un 49 por ciento más de riesgo de un diagnóstico posterior de la enfermedad de Parkinson que las personas sin la enfermedad, mientras que aquellos sin complicaciones de la diabetes presentaban un 30 por ciento más de probabilidades de desarrollar Parkinson que aquellos sin la enfermedad.
"Restaurar la capacidad del cerebro de usar insulina podría tener un efecto protector en el cerebro --dice Warner--. Es posible que un vínculo entre la diabetes tipo 2 y el Parkinson pueda afectar al futuro diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades". Una limitación del estudio fue que los investigadores no pudieron ajustar los resultados de los medicamentos y el tabaquismo y que, al ser un estudio hospitalario, es posible que las personas diagnosticadas con diabetes puedan haber tenido una forma más grave de la enfermedad.