Los pacientes diabéticos reclaman al Departamento de Sanidad que Aragón comience a financiar los nuevos sistemas de medición continua de glucosa. Recuerdan que ya hay otras comunidades que han introducido estas nuevas tecnologías, que aportan a los pacientes muchas ventajas en el control y reducen las complicaciones.
Actualmente, unos 100.000 aragoneses están diagnosticados de diabetes, una enfermedad en la que los niveles de glucosa en sangre están más altos de lo normal. Además, los expertos calculan que, aproximadamente, en torno a otro 2% de la población se encuentra en estadios prediabéticos o no tiene detectada la enfermedad.
Precisamente, la Asociación de Diabéticos de Zaragoza (Adezaragoza) organiza estos días unas jornadas informativas para dar a conocer de "forma veraz y realista algunos de los aspectos básicos en la vida de la persona con diabetes". "Hay mucha información, pero muchas veces no es la real", apunta el asesor médico de la entidad, José Antonio Saz Franco, que recuerda que el número de diabéticos ha aumentado con los años, pero recuerda que el tipo II se puede prevenir con unos hábitos de vida saludables. "Las personas con riesgo de padecer este tipo pueden disminuir las posibilidades de sufrirla hasta un 60% si apuestan por una vida sana", asegura.
Las jornadas también abordarán las nuevas tecnologías aplicadas al control de la diabetes, que aportan "múltiples beneficios" a los pacientes. Entre los nuevos dispositivos, destacan una especie de parches que se ponen en el brazo o en el abdomen y que permiten una medición continua de los niveles de glucosa. "En algunas comunidades ya se han introducido, por ejemplo para menores de 18 años, y en otras se están promocionando", señala Saz, que reconoce que el Departamento de Sanidad aragonés les manifestó su disposición a apostar por las nuevas tecnologías, pero de momento no ha dado el paso.
El asesor médico admite que aunque inicialmente estas nuevas tecnologías puedan acarrear un desembolso inicial mayor por parte de la administración, a largo plazo suponen un ahorro. Recuerda que con un mejor control de la enfermedad se reducen las complicaciones y, en consecuencia, el gasto sanitario. Hay menos ingresos o atenciones hospitalarias, por ejemplo. En estos momentos, algunos pacientes se están financiando ellos mismos los nuevos dispositivos.
La Asociación de Diabéticos de Zaragoza también ha aprovechado estas jornadas para denunciar algunas situaciones que consideran "discriminatorias". Recuerda que todavía hay oposiciones oficiales en las que se excluye a las personas diabéticas. "Son leyes de hace 35 años y hay que cambiarlas. Todo el mundo es consciente de esto y se está intentando solucionar", subraya el asesor de la entidad.
Jornadas informativas
Las charlas y talleres, que se celebran hasta mañana en el patio de la Infanta de Zaragoza, comenzaron ayer con la charla ‘¿Por qué es tan difícil el control de la Diabetes?’ del doctor José Antonio Chena Alejandro, del hospital San Jorge de Huesca.
Hoy se abordará el tema psico-social con la conferencia ‘Cómo convivir con la diabetes y no morir en el intento’, a cargo del psicólogo clínico Javier Hurtado Núñez. Este experto en diabetes hablará sobre lo que supone a diario convivir con la diabetes y cómo puede ayudar el entorno a superar momentos de frustración, miedo o cansancio.
Mañana, le tocará el turno a la investigación. Anna Novials Sardá, presidenta de la Sociedad Española de Diabetes y directora de un grupo de investigación en el Instituto de Investigación Biomédica, impartirá la conferencia: ‘Investigación en Diabetes: dónde estamos y hacia dónde vamos’.
"Se puede llevar una vida normal"
A María Rasal, de 39 años, le diagnosticaron diabetes tipo II con tan solo 28. Fue en una visita rutinaria al endocrino y tras unos análisis de sangre que no cuadraban.
Tras el shock inicial y dos años de control con pastillas, se fue adaptando poco a poco a las agujas, pinchazos, mediciones en cada comida..."Hasta tal punto que lo haces por inercia y lo haces de una manera casi automática", afirma esta administrativa, que reconoce que tiene una predisposición genética, pero no había detectado ningún síntoma previo que le hiciera sospechar.
Aunque "lógicamente" algo cambia el día a día, asegura que puede llevar una "vida normal", cuidándose un poco y siguiendo unos hábitos saludables. De hecho, el mes que viene, tiene previsto irse durante una semana a hacer el Camino de Santiago. "¡A caminar mucho!", bromea María.
