Una bajada de la glucosa en sangre por debajo de los niveles considerados normales, es decir, una hipoglucemia, representa un peligro para la seguridad vial si se produce durante la conducción.

Las personas con más riesgo -los individuos con diabetes tipo 1 o con diabetes tipo 2 que siguen tratamiento con insulina- deben adoptar ciertas precauciones para evitar accidentes de tráfico.

“Una buena educación diabetológica, que permita conocer los alimentos ricos en hidratos de carbono y saber utilizar la insulina, es la base para la prevención de la hipoglucemia”, resume Serafín Murillo, investigador de la Unidad de Diabetes y Ejercicio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem) y del Hospital Clínico de Barcelona.

Conviene aclarar que no todos los pacientes en tratamiento con insulina tienen el mismo riesgo; este es mayor, tal y como apunta Virginia Bellido, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Cruces (Baracaldo, Vizcaya) y portavoz de la Sociedad Española de Diabetes (SED), “en personas con mal control metabólico, antecedentes de hipoglucemia, largo tiempo de evolución de la diabetes y complicaciones como la neuropatía autonómica”.

Detener el coche y adoptar medidas urgentes

Cuando se produce una hipoglucemia durante la conducción, lo más importante es mantener la calma y seguir los siguientes pasos:

Parar el vehículo tan pronto como sea posible hacerlo de forma segura, con el fin de evitar males mayores, como la pérdida de conocimiento al volante.

Medir la glucosa en sangre. Un valor por debajo de 70 mg/dl confirmará que se trata de una hipoglucemia. “En el caso de que no se pueda realizar un control de glucosa, ante la sospecha de una hipoglucemia hay que actuar como si lo fuera”, aconseja Bellido.

Se recomienda tomar 15 gramos de hidratos de carbono de absorción rápida. Por ejemplo, dos sobres de azúcar de cafetería (o tres terrones) o un vaso de fruta envasada o productos comercializados que contienen 15 gramos de glucosa.

Repetir el control de glucosa al cabo de 15 minutos y, si persiste la hipoglucemia, habrá que volver a ingerir 15 gramos de hidratos de carbono de absorción rápida. Una vez resuelto el episodio de hipoglucemia, en general se deben ingerir 10-20 gramos de hidratos de carbono de absorción lenta (entre dos y cuatro galletas galletas, 20-40 gramos de pan...).

“En caso de no conseguir corregir la hipoglucemia habría que llamar a emergencias porque podría llegar a producirse confusión y pérdida de conocimiento”, apostilla la representante de la SED.

Saber reconocer los síntomas

Para actuar correctamente siguiendo los pasos anteriormente descritos es fundamental saber reconocer los síntomas de la hipoglucemia. Temblor, taquicardia, sudoración, sensación de mucha hambre, debilidad, irritabilidad, nerviosismo, mareo… son los más habituales.

No obstante, en este punto surge un escollo importante: las manifestaciones no son las mismas en todos los individuos y en algunos pasan inadvertidas. “No todas las personas con diabetes tienen claros los síntomas de una hipoglucemia”, apunta Murillo. “Se calcula que en torno a un 20% de pacientes no presenta esos síntomas”.

Preparativos para los viajes en coche

Tanto si se trata de personas que reconocen claramente las señales de alerta de la hipoglucemia como si no es así, lo mejor es prevenir el problema antes de que aparezca. Para ello, es fundamental preparar bien el viaje en coche y tener en cuenta las siguientes precauciones:

Ante todo, es esencial conocer las potenciales causas de las hipoglucemias, como la ingesta insuficiente de hidratos de carbono en las comidas, una dosis de insulina excesiva, errores en su administración o el aumento de la actividad física.

Valorar el nivel de glucosa en sangre antes de empezar el viaje y, cuando se trata de un trayecto largo, medirla cada hora y media o dos horas. “Se pueden aprovechar las paradas para descansar, hidratarse y estirar las piernas para vigilar la glucosa”, aconseja Murillo. Asimismo, advierte del peligro de confiarse cuando se trata de un trayecto corto, que puede complicarse con un atasco y convertirse en un viaje más largo. Bellido comenta que, “dependiendo del tipo de tratamiento que siga el paciente, si la glucosa está por debajo de una determinada cifra antes de la conducción se recomienda tomar un suplemento de hidratos de carbono”.

Los sistemas de monitorización continua de la glucosa pueden ayudar a un mejor control de la diabetes y a la prevención o reducción de las hipoglucemias.

Llevar siempre encima alimentos con hidratos de carbono de absorción rápida, como azúcar, zumo o refrescos de cola para tratar una hipoglucemia.

“Es importante resaltar que hay que evitar alimentos ricos en grasa -chocolates, pasteles, galletas- porque cuando se ingieren el aumento de glucosa es más lento”, resalta Bellido.