Una de las principales informaciones que se han hecho públicas esta semana con motivo del congreso de la ADA en San Francisco, asegura que los niños con diabetes tipo 1 tienen un crecimiento del cerebro más lento, en comparación con los niños sin diabetes.
Un enunciado que confirma un nuevo estudio dirigido por la doctora Nelly Mauras en Nemours Children’s Health System en Jacksonville, Florida (EEUU).
La información asegura que hay diferencias significativas en el crecimiento del cerebro y en la materia gris y blanca regional.
Basándose en una serie de tres estudios de imágenes de resonancia magnética estructural.
«Incluso con la nueva insulina y las tecnologías que pueden mejorar significativamente la atención, los niños con diabetes tipo 1 aún están expuestos a cambios significativos en el control del azúcar, lo que crea riesgos potenciales para el cerebro en desarrollo», ha explicado Mauras.
Por este motivo, comprender los efectos tempranos del control del azúcar en la sangre en el desarrollo cerebral «es un paso necesario para desarrollar estrategias para reducir estos riesgos».
Objetivo del estudio
En el estudio, los investigadores intentaron determinar hasta qué punto la exposición a la glucemia tiene un impacto adverso en el crecimiento del cerebro en niños con diabetes tipo 1 de inicio temprano. Para ello, la investigación incluyó a 138 niños con diabetes con una edad media de siete años. Los participantes tuvieron una duración promedio de 2,4 años al inicio del proyecto.
Del mismo modo, la exposición total acumulada de hiperglucemia se determinó utilizando el azúcar en sangre de por vida, utilizando valores de hemoglobina A1c (HbA1c) desde el momento del diagnóstico.
El resultado del estudio
El resultado de esta investigación fue que el grupo con diabetes tuvo un crecimiento del cerebro más lento, en concreto de la sustancia gris y blanca cortical y subcortical total que el grupo de control en todos los puntos temporales. En particular, un conjunto de regiones cerebrales metabólicamente activas asociadas con otros trastornos cerebrales, conocido como ‘red de modo predeterminado’, mostró un menor crecimiento en el grupo de diabetes en comparación con el grupo de control. Así, estas regiones de crecimiento más lento se asociaron con un mayor nivel de azúcar en la vida, medido por los valores de HbA1c.
Sobre estos resultados en torno al crecimiento del cerebro, la autora principal ha concluido que «la investigación en curso está estudiando si el mantenimiento diligente de los niveles de azúcar en la sangre en el rango normal a través de tecnologías avanzadas en diabetes podría afectar estos hallazgos para reducir el riesgo de disfunción cognitiva».