Una vez más los burgaleses se vuelcan con una causa solidaria. El pasado sábado la Asociación de Diabéticos de Burgos (Adisbur) recaudaba 4.762 euros en favor de la Fundación Diabetes Cero en una gala benéfica de magia para la que «se vendieron todas las entradas disponibles», tal y como apunta la presidenta de la asociación, Cristina Llorente.
La recaudación tiene como destino la investigación en una cura para la enfermedad y es que Fundación Diabetes Cero es un movimiento de padres de niños con diabetes y adultos cuyo objetivo es el seguimiento y financiación de una investigación real y duradera. «Ellos conocen el estado y el avance de las investigaciones y por eso pensamos que era el mejor destino para la recaudación», explica Llorente y asegura que «la fundación cree en los científicos, ellos son quienes investigan para que la sociedad tenga una mejor calidad de vida y por eso en su congreso anual entrega becas a investigadores».
La presidenta de la entidad se mostraba sorprendida y agradecida por la participación de la sociedad burgalesa. «Ha sido impresionante porque no esperábamos contar con una respuesta tan buena tanto de los burgaleses como de las empresas y los artistas participantes, que han colaborado de forma altruista».
El broche final de la gala se encargaron de ponerlo los niños de la propia asociación quienes «quisieron lanzar un mensaje de esperanza y lucha con el lema, ‘No nací para rendirme. Por un futuro sin diabetes’», comenta la presidenta, quien recuerda que «precisamente la semana pasada nos despertábamos con la noticia de que investigadores han desarrollado el primer fármaco con el potencial para curar la diabetes, con éxito en ratones trasgénicos».
La asociación ya tiene la mente puesta en su próxima actividad. «Estamos preparando unas jornadas sobre diabetes y nutrición en colaboración con el Centro de Nutrición Umami», que «tendrá lugar, previsiblemente, la segunda quincena del mes de mayo», comenta Llorente.
En Castilla y León hay más de 300.000 personas diabéticas, de los cuales 15.000 son menores de 18 años. La Organización Mundial de la Salud advertía en 2016 del incremento progresivo del número de afectados por la enfermedad, que actualmente se sitúa en 1 de cada 11 personas a nivel mundial.