La obesidad y el sobrepeso se han convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. Esa acumulación excesiva de grasa en el cuerpo puede tener graves consecuencias en la salud, pues son factores de riesgo para numerosas enfermedades; entre ellas, la diabetes.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas con diabetes aumentó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. En 2015, causó la muerte de más de 1.6 millones de personas; a este ritmo, se convertirá en la séptima causa de muerte en 2030.
Esta enfermedad aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo no utiliza de forma eficiente la insulina que genera. El principal factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad es tener malos hábitos alimenticios.
Los efectos negativos de consumir alimentos con alto contenido de azúcar han sido ligados a enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes. Sin embargo, hasta ahora no se habían investigado los efectos de “alimentos sin calorías” o con edulcorantes artificales en la diabetes; si bien se habían alertado los riesgos de cáncer y la esclerosis múltiples por su ingesta, no se habían hecho indicaciones sobre su contribución a la diabetes.
Los sustitutos de azúcar contribuyen a la diabetes y obesidad
Investigadores del Medical College of Wisconsin and Marquette University utilizaron un grupo de ratas de laboratorio propensas a la diabetes para sus experimentos. Durante tres semanas, diferentes grupos fueron alimentados con altas dosis de azúcar, glucosa y fructosa; otros consumieron sustitutos de azúcar como aspartame y potasio de acesulfame.
Tras ese periodo, los científicos analizaron la sangre de las ratas con una técnica de larga escala que medía los cambios metabólicos por minuto. Examinaron la respuesta del endotelio vascular in vitro; así como la respuesta in vivo de los azúcares.
Lo que observaron fueron cambios bioquímicos en la sangre que podría potenciar las alteraciones en el metabolismo de la grasa y energía. Entre la evidencia recabada se encuentra la descomposición de las proteínas; es decir, que los cuerpos de estos animales recurrieron a la quema de músculo como fuente de energía. Además, se registraron niveles altos de lípidos y otras grasas que, con el tiempo, podrían contribuir a la obesidad y diabetes.
Con estos resultados, los investigadores tratan de comprender de qué manera el azúcar desencadena la diabetes; así como los efectos de los edulcorantes en la enfermedad. De acuerdo con los científicos, consumir edulcorantes artificiales sería como engañar al cuerpo. En otras palabras, parecería que están aportando energía; pero no la suficiente para el cuerpo, lo cual obliga al organismo a buscar otras fuentes para cubrir esa necesidad.
El estudio del Medical College of Wisconsin and Marquette University es un avance para generar nuevos mecanismos para diagnosticar diabetes. Los científicos aún observan a las ratas por lapsos más largos; estiman que para estudios posteriores será necesario incluir análisis de los microbiomas de las ratas. Aunque la investigación todavía debe pasar por revisiones con otros investigadores del área; este estudio de sangre podría aplicarse en personas.
El estudio fue financiado por National Institutes of Health (NIH); el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases; y por el Department of Biomedical Engineering del Medical College of Wisconsin and Marquette University. Los avances de la investigación, a cargo de Brian Hoffman, se presentaron en la conferencia anual Experimental Biology.