La lucha contra la diabetes tipo 2 podría pronto obtener mejores resultados gracias a una innovadora dieta rica en fibras investigada por científicos de la Universidad Jiao Tong de Shanghái en China y la Universidad Rutgers en Estados Unidos.
Este tipo de diabetes, una de las enfermedades incapacitantes más comunes, se desarrolla cuando el páncreas produce demasiado poca insulina (una hormona que ayuda a la glucosa a entrar en las células para ser usada como energía) o el cuerpo no emplea bien la insulina.
En el intestino, muchas bacterias descomponen los carbohidratos, como las fibras dietéticas, y producen ácidos grasos de cadena corta que nutren las células que lo recubren, reducen la inflamación y ayudan a controlar el apetito. La falta de ácidos grasos de cadena corta ha sido asociada a la diabetes tipo 2 y a otras enfermedades. Muchos estudios clínicos han mostrado también que incrementar el consumo de fibra dietética podría mitigar los efectos de este tipo de diabetes, pero la eficacia de esta estrategia puede variar debido a una falta de conocimiento de los mecanismos implicados.
El equipo de Liping Zhao repartió de forma aleatoria en dos grupos a pacientes con diabetes tipo 2. Un grupo siguió una dieta basada en las recomendaciones dietéticas y la educación estándar para pacientes. El otro grupo recibió una gran cantidad de muchos tipos de fibras dietéticas mientras seguía una dieta similar en cuanto a energía y nutrientes principales. Ambos grupos tomaron el fármaco acarbosa para ayudar a controlar la glucosa en sangre.
Una clase de dietas ricas en fibra promueve el crecimiento de bacterias del intestino productoras de ácidos grasos de cadena corta. Después de 12 semanas, los pacientes que seguían la dieta alta en fibras disfrutaron de una mayor reducción en los niveles medios trimestrales de glucosa en sangre. Sus niveles de glucosa en sangre en ayunas también bajaron más rápido y perdieron más peso.
Los resultados de la investigación indican que comer más fibras dietéticas del tipo adecuado podría reequilibrar la microbiota intestinal (el ecosistema de bacterias en el tracto gastrointestinal) promoviendo una mayor presencia de bacterias que ayudan a digerir la comida y que son beneficiosas para la salud humana en general. Las fibras adecuadas en la dieta promueven la proliferación de ciertas bacterias del intestino que benefician al control de la glucosa en sangre. En definitiva, lo descubierto ofrece una nueva estrategia nutricional para prevenir y gestionar la diabetes tipo 2.