La diabetes es una enfermedad con amplia incidencia poblacional y que por afectar, entre otros, con dureza al sistema circulatorio y al sistema nervioso central, repercute además directamente en la calidad de la vida sexual de hombres y mujeres. Es, por tanto, un problema de salud serio, canalla, y que merece que le prestemos la debida atención.
Las dificultades sexuales causadas por la diabetes
En los hombres, es posiblemente la primera causa orgánica que origina las conocidas dificultades sexuales comunes. Como ya hemos explicado en alguna ocasión, este tipo de dificultades suelen tener en la gran mayoría de casos un trasfondo no orgánico, pero siempre se tiene que descartar que exista cuando se realiza una consulta…
Y dentro de las causas fisiológicas que hay que descartar, la primera es, por tanto, la diabetes. La más común de esas dificultades sexuales comunes que produce la diabetes en hombres y que se estima puede alcanzar a un porcentaje de diabéticos entre el 20 y el 80 % (situándose una estimación general por encima del 50 % de la población masculina diabética), es la disfunción eréctil derivada directamente de las deficiencias en la circulación sanguínea y de la afección neuropática.
También incide directamente en problemas eyaculatorios o en los que afectan a la fase del orgasmo. Por ejemplo, en la eyaculación retrógrada (parte del semen emitido no sale y retrocede en el momento de la eyaculación hacia la vejiga) o la aneyaculación (el no eyectar semen al alcanzar el clímax).
El deseo, y normalmente a causa del malestar general que produce la diabetes y sus alteraciones en el estar sexual, también suele verse afectado por esa causa orgánica y por sus consecuencias en la seguridad y la autoestima, con lo que un cuadro de deseo sexual hipoactivo también suele presentarse en hombres con diabetes.
En nosotras, la enfermedad diabética tampoco nos facilita las cosas; trastornos del deseo, dificultades en la lubricación, incremento de las infecciones vaginales o ralentización de la respuesta sexual, suelen ser las consecuencias más frecuentes.
Un número alto de personas sufre esta enfermedad y no lo sabe
De lo dicho se deduce que entre las múltiples inquietudes que en materia de salud nos acechan, la diabetes es una de ellas que adquiere especial incidencia y conviene que nunca dejemos de prestarle atención ni a su diagnóstico (sigue siendo alto el número de personas diabéticas que desconocen este hecho de ser diabéticas) ni a su tratamiento… Y es que eso de “ser dulce” tiene en ocasiones favorables y eróticas connotaciones pero en otras, deviene una auténtica cabronada.