Aunque suene extraño enfermarse en Venezuela es prácticamente un lujo, no hay medicinas, tampoco insumos ni un gobierno que se preocupe por solucionar el problema, que va más allá de si es “guerra económica”, se trata del bienestar de los ciudadanos.
Más difícil aún es sobrevivir para las personas que padecen enfermedades de trastornos metabólicos como la diabetes cuyo cuidado farmacológico y alimenticio es vital para el bienestar del paciente.
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A inicios del 2016 la Asamblea Nacional decretó la crisis humanitaria por la falta de medicamentos, insumos médicos y precariedades que sufren las clínicas y hospitales del país, situación que ha aumentado los índices de mortalidad por no cumplir los tratamientos recetados por los médicos correspondientes.
La cosa no pinta nada bien. En especial para los pacientes que sufren de diabetes. “No hay insulina ni tiras reactivas y cuando llegan están incomprables. A través de su cuenta en la red social Twitter, el periodista Lenin Danieri mostró una factura donde se evidencia el precio desorbitado de la insulina.
Mientras la ciudadanía con esta y otras enfermedades se las ingenia para conseguir lo que necesitan para vivir, el despreocupado presidente Maduro se niega a recibir algún tipo de ayuda humanitaria e incluso se atreve a gritar a su homologo colombiano “Santos trágate tus medicinas”.
