La incapacidad de una pareja para tener descendencia después de transcurrir un año se convierte en un problema de salud una vez que se define como infertilidad. En la población en general, la infertilidad se presenta en entre un diez y un 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva, y en el caso de las personas con diabetes mellitus, este porciento es mucho mayor debido a causas asociadas a esta enfermedad crónica.
El doctor Manuel Gómez Alzugaray, investigador titular del Instituto Nacional de Endocrinología, explica que la diabetes mellitus produce cambios y afecta a casi todos los órganos y sistemas de la persona que la padece, entre los cuales no está exento el aparato reproductor, tanto el del hombre como el de la mujer, de quien se ha investigado más esta temática.
«Entre las causas más frecuentes de infertilidad masculina se encuentran la oligoastenozoospermia idiopática, el hipogonadismo hipogonadotrópico e hipergonadotrópico, las lesiones testiculares debido a radiaciones, calor, traumatismos e infecciones de transmisión sexual, entre otras.
«Las alteraciones del aparato reproductor en la persona con diabetes pueden ser consecuencia de daños directos producidos por los cambios endocrinos metabólicos, secundarios a complicaciones neuropáticas o vasculares que aparecen en estos enfermos.
«Las transformaciones en el metabolismo provocadas por la diabetes mellitus pueden propiciar la disminución de la libido y de la producción espermática, así como su deterioro».
Gómez Alzugaray explica que no siempre la enfermedad acarrea consecuencias negativas para la fertilidad masculina, pero hay algunas condiciones que favorecen la aparición de problemas, sobre todo en aquellos hombres que no llevan un control adecuado de la enfermedad o en quienes la padecen desde hace muchos años.
«Los diabéticos tienen mermada de manera significativa su capacidad de reparar el ADN del espermatozoide, por lo que, una vez afectado, no se puede restaurar. Además, aunque los espermatozoides de hombres diabéticos parecen normales morfológicamente, presentan daños en su material genético.
«Estudios sobre el estado y contenido celular de los espermatozoides plantean que, aunque tengan movilidad, si su material genético presenta perjuicios lo más seguro es que no fertilicen el óvulo, y si lo hacen es probable que existan fallos de implantación o abortos espontáneos»
El especialista insiste en el hecho de que si no se controla la diabetes pueden aparecer algunas condiciones médicas que predisponen el desarrollo de la infertilidad, como son la disfunción eréctil, la eyaculación retardada, por el daño en la sensibilidad de los nervios del pene, la eyaculación retrógrada, la propia reducción de la calidad espermática debido a la fragmentación del ADN, así como el hipogonadismo, pues uno de cada cuatro hombres con diabetes mellitus tipo II presenta niveles bajos de testosterona.
Pondera Gómez Alzugaray que, teniendo en cuenta todos los cambios descritos, la diabetes puede ser otra de las causas que alteran la fertilidad masculina.
El facultativo expone que «el 50 por ciento de las causas de infertilidad implica al hombre como causa única o compartida con la mujer. Por ello, con el creciente aumento del número de personas con diabetes en la población masculina, es un factor que se debe tener en cuenta si existen problemas reproductivos».
Es recomendable realizar una prueba de fragmentación del ADN espermático antes de comenzar cualquier tratamiento de reproducción asistida, agrega el doctor, quien especifica que en el caso de las mujeres con diabetes no controlada, ellas pueden tener problemas de ovulación o ser más propensas a las infecciones cérvico-vaginales.
«Por lo general, el tratamiento de la diabetes es suficiente para restablecer la fertilidad. Las personas con diabetes bajo buen control médico, con buen peso corporal y niveles normales de glucosa y colesterol en sangre, suelen tener semen de mejor calidad y eyacular de manera normal», concluye el médico.