La diabetes impone, pero no impide. Es lo que demuestra Josu Feijoó, quien será el primer diabético en llegar al espacio. Lo hará, además, para probar un fármaco.
Hay una máxima estadounidense que reza Sky is the limit,El cielo es el límite. El alavés Josu Feijoó, tras tocar con la yema de los dedos la cima del Everest, siendo el primer diabético en lograrlo, puso su límite aún más allá, en el espacio.
Así, en trece meses se convertirá en el primer astronauta vasco gracias a una expedición que servirá para probar un medicamento que ha logrado, en animales, erradicar la diabetes tipo 1 que él padece.
Feijoó participó ayer en la inauguración de la muestra Aprender haciendo: Descubriendo el mundo de los planetasque, organizada por Max Center y el colegio El Regato, se asentará hasta el día 27 en el centro comercial fabril.
Usted va a ser el primer astronauta vasco y también el primer diabético en ir al espacio. Imagino que, desde su posición, verá muy necesario acercar la astronomía a los más pequeños.
-Sí, y para ello son muy necesarias acciones y muestras como esta que habrá hasta el día 27 en Max Center. Por desgracia, este tipo de actividades son muy escasas y necesitamos darle un impulso para que, pronto, haya un segundo astronauta vasco que, he de reconocer, me gustaría especialmente que fuese una mujer. Hay que dotarles de herramientas y de información para que puedan estar preparados para un conocimiento tan abstracto como el de la astronomía.
Dentro de trece meses, usted viajará al espacio. ¿En qué va a consistir ese proyecto?
-Es un proyecto muy bonito en el que vamos a poder hacer pruebas, en una investigación junto a la Universidad de Ginebra para buscar una cura a la diabetes infantil. Lo más bonito de todo esto es que, cuando empecé hace diez años, la intención era la de testar nuevas insulinas, pero la medicina ha avanzado y ahora, junto al doctor Pedro Luis Herrera, vamos a probar un medicamento que, en animales, ha logrado erradicar la diabetes tipo 1, la que yo tengo. Es un proyecto muy apasionante y necesitamos una muestra que demuestre que funciona y va a ser esta experiencia. Probaré un fármaco que puede acabar con la diabetes.
¿Cómo se está preparando para esta experiencia?
-Llevo tiempo preparándome y en este poco más de un año que me resta voy a pasar muchas veces por la centrifugadora -soy la persona que más veces ha pasado por ella, 14 ocasiones-, el hidrolab, vuelos en cazas de combate a velocidades supersónicas para realizar giros orbitales y sesiones con psicólogos para trabajar la concentración y el ser fríos y calculadores. Todo ello, además de trabajar el físico.
¿Y cómo es su día a día?
-Me levantan a las cinco de la mañana, me hacen un control de glucosa y Vasily Popov, el director, me dice el plan del día. Es algo que puede variar y lo hacen para ver si te alteras, es una prueba para ver cómo actúas ante imprevistos.
¿La montaña le ha servido de mucho de cara a este proyecto?
-La montaña me ha prevenido del vértigo, me ha dado muchas cosas y le puedo asegurar que pasar tres noches con otra gente en una tienda de campaña en el Himalaya curte. Desde pequeñito quise hollar el Everest y ser astronauta porque soy una persona muy curiosa.
Ha estado en la NASA y ahora está en la Agencia Espacial Rusa. ¿Hay muchas diferencias en la metodología de trabajo de ambas?
-La NASA controla más las cuestiones de marketing y en Rusia se trabaja de una forma más dura. Yo estoy más a gusto con los rusos porque trabajan más las cuestiones de resistencia a un despegue, la claustrofobia... Fíjese lo reducida que es una nave espacial que un astronauta no puede medir más de 1,70 metros. En la Agencia Espacial Rusa se trabajan mucho las rutinas y la repetición de protocolos.
¿Es esa falta de espacio en la nave es el inconveniente que más teme?
-Para nada. Puedo estar diez días en un ascensor que si hay víveres (risas). Tengo mucha capacidad de abstracción, sé dónde estoy y, por ello, no me influye.
“Estoy preparándome con el hidrolab, vuelos en caza a velocidades supersónicas, psicólogos...”
“La montaña me ha dado mucho;se puede decir que pasar tres noches en una tienda en el Himalaya curte”
“La Agencia Espacial Rusa trabaja mucho las rutinas, repite los protocolos de actuación en cada situación”