El pasado 6 de noviembre contábamos la historia de Luca, un niño de 4 años que salvó la vida a su madre. Hizo algo tan aparentemente sencillo como inesperado para un niño de su edad: llamar por teléfono al 112 avisando de que su mamá necesitaba ayuda. Apenas 3 semanas más tarde, su acción ha tenido recompensa: una medalla.
Luca es un niño de un pueblo de León cuya madre padece diabetes. Aquel día su bomba de insulina falló y quedó en el suelo en estado de semiinconsciencia. El niño se percató de los problemas y, tal y como le había enseñado su profesora en el colegio, llamó al 1-1-2 y pidió ayuda. Lo hizo con tanta intensidad que en los minutos que tardó la ambulancia en llegar se registraron hasta 20 llamadas al número de emergencias.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (c), junto al niño que llamó al teléfono 112 de urgencias de Castilla y León para avisar de la indisposición de su madre, Lucas Álvarez Toribo (c-d), y las demás personas premiadas con Medallas al Mérito de Protección Civil 2018.
La historia tuvo un final feliz: los médicos de urgencias llegaron al domicilio de Luca, que ya les había abierto la puerta, y salvaron a su madre. El pequeño, además, se hizo cargo de su hermana recién nacida, que lloraba en una habitación contigua, consolándola. El Ministro del Interior ha reconocido sus méritos: “Es un valiente de cuatro años y un alumno despierto y atento”.
“Tenemos una sociedad solidaria y llena de valores, de esos valores que hicieron posible nuestra Constitución”, añadía Fernando Grande-Marlaska, refiriéndose a los 53 condecorados con las medallas al Mérito de Protección Civil, entre ellos Luca.
Su profesora, la otra gran protagonista
Mucha parte del mérito de Luca pertenece a su maestra. Se llama Elisa y también ha recibido una medalla, en su caso de plata con distintivo azul. Su testimonio lo recoge Diario de León: “A todos los alumnos les hago el juego de llamar al 112, de cómo hay que hacerlo cuando pase algo”.
Y con Luca funcionó a la perfección, tanto que salvó la vida a su madre: “Es muy espabilado”, reconoce su profesora, que está convencida de que otros alumnos hubieran reaccionado de la misma manera porque son “esponjas”.
Luca mostraba orgulloso su medalla y el pin con un tricornio que le regaló el director general de la Guardia Civil, Féliz Azón. Estaba feliz por todas las felicitaciones y atenciones que recibía, pero en el fondo no entendía muy bien por qué: ‘sólo’ había llamado por teléfono porque su mamá estaba enferma.