Amamantar durante seis meses o más reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 casi a la mitad para las mujeres durante sus años fértiles, según revela una nueva investigación de Kaiser Permanente, en Estados Unidos, cuyos detalles se revelan en la revista JAMA Internal Medicine.
Las mujeres que amamantaron durante seis meses o más en todos los partos tuvieron una reducción del 47 por ciento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con las que no amamantaron en absoluto. Las mujeres que amamantaron durante seis meses o menos tuvieron una reducción del 25 por ciento en el riesgo de diabetes.
Erica P. Gunderson, investigadora principal de la División de Investigación de Kaiser Permanente, analizó datos durante los 30 años de seguimiento del estudio Cardia, una investigación nacional y multicéntrica de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares que originalmente incluyó a aproximadamente 5.000 adultos de 18 a 30 años de edad entre 1985 y 1986, incluyendo más de 1.000 miembros de Kaiser Permanente del Norte de California.
"Sabemos desde hace mucho tiempo que la lactancia tiene muchos beneficios para madres y bebés"
Los nuevos hallazgos se suman a un creciente cuerpo de evidencia de que la lactancia materna posee efectos protectores tanto para las madres como para sus descendientes, incluido el riesgo de una madre de padecer cáncer de mama y de ovario. Los beneficios a largo plazo de la lactancia materna sobre un menor riesgo de diabetes fueron similares para las mujeres negras y blancas, y las mujeres con y sin diabetes gestacional. Las mujeres negras registraban tres veces más probabilidades que las mujeres blancas de desarrollar diabetes dentro del estudio de 30 años, lo que concuerda con un riesgo más alto hallado por otros. Las mujeres negras inscritas en Cardia también presentaban menos probabilidades de amamantar que las mujeres blancas.
Disminución gradual de la diabetes conforme se amplía la lactancia
"La incidencia de diabetes disminuyó de manera gradual a medida que aumentaba la duración de la lactancia, independientemente de la raza, la diabetes gestacional, los hábitos de vida, el tamaño corporal y otros factores de riesgo metabólicos medidos antes del embarazo, lo que implica la posibilidad de que el mecanismo subyacente sea biológico", dice Gunderson. Varios mecanismos biológicos plausibles son posibles para los efectos protectores de la lactancia materna, incluida la influencia de las hormonas asociadas a la lactancia en las células pancreáticas que controlan los niveles de insulina en la sangre y, por lo tanto, afectan al azúcar en la sangre.
Con base en la sólida evidencia de los numerosos beneficios para la salud de la lactancia materna para las madres y los bebés, Kaiser Permanente brinda un fuerte apoyo a todas las madres que eligen amamantar. "Sabemos desde hace mucho tiempo que la lactancia materna tiene muchos beneficios tanto para las madres como para los bebés, sin embargo, la evidencia previa mostró efectos débiles sobre las enfermedades crónicas en las mujeres", señala la directora de salud de la mujer en Kaiser Permanente del Norte de California, Tracy Flanagan.
"Ahora vemos una protección mucho más sólida de este nuevo estudio que muestra que las madres que amamantan durante meses después del parto pueden reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 hasta la mitad a medida que envejecen. Ésta es otra razón por la que los médicos, las enfermeras y los hospitales, así como los responsables de la formulación de políticas deberían apoyar a las mujeres y sus familias a amamantar el mayor tiempo posible", añade.
Estilo de vida
Este estudio incluyó a 1.238 mujeres blancas y negras que no tenían diabetes cuando se inscribieron en Cardia, o antes de sus gestaciones posteriores. Durante los siguientes 30 años, cada mujer tuvo al menos un nacimiento vivo y fue examinada rutinariamente para la diabetes según el protocolo Cardia, que incluía criterios de detección diagnóstica para la diabetes. Las participantes también informaron de comportamientos de estilo de vida (como la dieta y la actividad física) y la cantidad total de tiempo que amamantaron a sus hijos.
"A diferencia de los estudios previos de lactancia materna, que dependían de la información de las participantes sobre la aparición de la diabetes y que comenzaron a seguir a las mujeres mayores más adelante en la vida, pudimos seguir a las mujeres específicamente durante el embarazo y evaluarlas regularmente para detectar diabetes antes y después del embarazo", destaca Gunderson, quien junto a su equipo pudo determinar el riesgo metabólico previo al embarazo, incluida la obesidad y la glucosa e insulina en ayunas, los hábitos de vida, los antecedentes familiares de diabetes y los resultados perinatales.