No hay duda alguna de que sería un embarazo más complejo para la madre y el bebé, pero perfectamente posible de llevarlo a un término feliz, mediante un estricto control pre-gestacional.
Se trata de que todas las mujeres en edad fértil que quieran tener un embarazo tienen que llevar un manejo adecuado de sus factores de riesgo, sean diabéticas o no, pues cuando decidan tener un hijo deben haber corregido los factores que pudieran propiciar una diabetes gestacional.
Con esta explicación introduce el tema el doctor Jeddú Cruz Hernández, clínico, especialista en endocrinología del Centro de Atención al Diabético del Instituto Nacional de Endocrinología, y quien insiste en la importancia que tiene mejorar la salud de la mujer antes del embarazo, en particular cuando se trata de prevenir o convivir de un modo saludable con la diabetes.
«En el embarazo existen dos grandes grupos de diabetes: la pregestacional, en aquellas mujeres que ya padecen la enfermedad antes de quedar embarazadas, y la diabetes gestacional, que es una enfermedad propia del embarazo, es decir, una diabetes que aparece durante la gestación», apuntó a Granma el especialista durante el IX Congreso Cubano de Endocrinología y III Congreso sobre Salud Reproductiva en la Mujer Diabética, Saredia 2017.
En el caso de las primeras, dijo, lo ideal es que reciban cuidados antes de quedar embarazadas, para mejorar sus resultados gestacionales; y en el caso de la diabetes gestacional, podemos actuar sobre los factores de riesgo de esta enfermedad para evitar su aparición.
Con un estricto control puede lograrse que la gestación transcurra en el mismo tiempo para ellas que en las mujeres que no presentan la enfermedad, e incluso reducir los riesgos de morbilidades asociadas en el niño y en las propias madres.
En ese sentido, el entrevistado subrayó que una cuestión esencial es la atención propia durante el embarazo. Para ello Cuba cuenta con programas de seguimiento al riesgo preconcepcional y con servicios especializados en la atención a la mujer con diabetes, distribuidos en todo el país, los cuales presentan excelentes resultados.
Asimismo, explicó el doctor Cruz Hernández, «es necesario entender que las mujeres que han tenido una diabetes gestacional tienen en consecuencia un riesgo mayor de aparición de diabetes. Por tanto, este problema no termina luego del nacimiento del bebé, sino que se extiende al posparto, y es recomendable entonces que estas mujeres se adhieran a un estilo de vida saludable para evitar la aparición de la diabetes tipo II».
Del mismo modo, refirió el experto, hay que trabajar con el hijo de madre con diabetes, que tiene un riesgo aumentado de aparición de diabetes por haberse formado en un seno hiperglucémico. Es recomendable que desde pequeños sean alimentados de forma saludable, y que practiquen ejercicios físicos. Una de las primeras medidas para evitar la obesidad infantil y llevar un estilo de vida sano es que reciban la lactancia materna, que además previene la aparición de la diabetes tipo I, señaló.
«El embarazo complicado con diabetes es conocido que se asocia con riesgos obstétricos importantes y malos resultados perinatales, sobre todo si las mujeres no reciben un tratamiento adecuado durante la gestación y son atendidas por especialistas en la materia. De ahí la importancia del autocontrol de la enfermedad».
Entre estas complicaciones, el experto mencionó la macrosomía fetal, es decir, los niños que nacen muy grandes para su edad gestacional, lo cual conlleva a que la mujer sufra complicaciones obstétricas, como un mayor índice de cesárea, con los riesgos que esta práctica quirúrgica implica; un mayor sangramiento postparto, descompensación metabólica tanto para ella como para el bebé, entre otras causas que ponen en peligro la vida de la madre y del niño.
Al analizar la diabetes en el embarazo el especialista mencionó que se observa un alza progresiva de la diabetes gestacional, porque en la población femenina en edad fértil hay a su vez un aumento de los factores de riesgo de esta enfermedad, como son la gestación en edades avanzadas, y el hecho de que las mujeres se embarazan con exceso de peso. Trabajar sobre los riesgos modificables antes de que se decida un embarazo, hacerlo con el peso adecuado, y un control metabólico óptimo de la enfermedad, resolvería gran parte del problema de la diabetes gestacional. Prevención, dijo, sigue siendo la acción fundamental.
En días recientes nos regocijaba la noticia de que, entre los indicadores que habían contribuido a exhibir hoy la más baja tasa de mortalidad infantil de la historia, estaba el hecho de que había disminuido a menos del 1 % la muerte perinatal y por malformaciones congénitas en el hijo de madre diabética. Se había eliminado, además, la muerte materna por diabetes en nuestra población.
Números que hablan de un trabajo intenso de los profesionales de la Salud, pero que deben ir cada día acompañados del autocuidado de cada persona. En el control de las enfermedades crónicas no transmisibles, en particular de la diabetes mellitus –que constituye de acuerdo con el Anuario Estadístico de Salud 2016 la octava causa de muerte en Cuba, y es una de las patologías que tributa a las principales causas de muerte, fundamentalmente las enfermedades cerebrales y cardiovasculares– se decide la vida de muchas personas.