A nivel mundial, la tendencia indica que más del 70% de las personas con diabetes no logran los objetivos que se proponen con el profesional. En la Argentina, la diabetes afecta a una de cada 10 personas mayores de 18 años
Cada 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes y se realiza una campaña de concientización global como respuesta al alarmante aumento de los casos de diabetes en el mundo. Su propósito principal es difundir las causas, los síntomas, el tratamiento y las complicaciones asociadas a la enfermedad, apostando a la educación y a la información como un pilar en la prevención.
La tendencia mundial indica que la mayoría de los pacientes con diabetes no logra cumplir con los objetivos que propone el profesional. Esto sucede, según los especialistas, por dos factores: uno médico y otro sociocultural.
Con respecto al factor médico, según el especialista en endocrinología y nutrición Adrián Proietti (MN 102.548), los procedimientos por lo general solo se focalizan en el diagnóstico y tratamiento farmacológico de la enfermedad, con instrumental poco adecuado. A esto se suma un seguimiento lejano por parte del paciente.
El lema de este año en el día mundial de la enfermedad es “La mujer y la diabetes: nuestro derecho a un futuro saludable”
A su vez, manifestó que existe un factor sociocultural, debido a que es muy fuerte la resistencia al cambio de hábitos de las personas con diabetes hacia una vida más sana, menos sedentaria y con una alimentación balanceada. "Constantemente hay una invasión de alimentos y costumbres que alientan el sedentarismo y el consumo de azucarados", enfatizó.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente hay en el mundo 422 millones de personas con diabetes y en la Argentina, la enfermedad afecta a una de cada 10 personas mayores de 18 años.
La médica especialista en nutrición Virginia Busnelli (MN 110351) remarcó que "hasta épocas recientes la diabetes tipo 1 era casi la única forma de presentación de esta enfermedad en los niños, pero estudios actuales informan un marcado aumento de la incidencia de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes, presentándose con mayor frecuencia entre los 10 y los 14 años con predominio en el sexo femenino".
Para la directora médica de CRENYF y miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), "el 85% de los niños y adolescentes con diabetes tipo 2 padece sobrepeso u obesidad, siendo el aumento de peso el mayor riesgo para padecer esta enfermedad en este grupo etario. Existe también alta concordancia entre la diabetes infantojuvenil y la diabetes gestacional materna".
Todo indica que la mejor forma de prevenir a la diabetes tipo 2 es evitar la obesidad desde la temprana infancia y aun antes en mujeres en edad fértil
Y en concordancia con el lema que presenta este año el día mundial de la enfermedad ("La mujer y la diabetes: nuestro derecho a un futuro saludable"), Busnelli consideró que "actualmente todo indica que la mejor forma de prevenir a la diabetes tipo 2 es evitar la aparición de la obesidad desde la temprana infancia y aun antes en mujeres en edad fértil y en la población general, para lo cual es indispensable generar políticas públicas adecuadas y trabajar en la educación para favorecer hábitos de vida saludables y evitar el sedentarismo".
Busnelli enfatizó que "durante los últimos años se generó en los niños un medio ambiente favorecedor de obesidad que posa en cuatro pilares fundamentales". Y enumeró:
1- La familia (predisposición genética, exceso de peso en los padres, malnutrición y falta de tiempo para cocinar, cuidadores inexpertos).
2- Disminución de la actividad física (falta de actividades deportivas, menos áreas de juego, escaso juego al aire libre por calles inseguras para nuestros niños, alta disponibilidad de juegos electrónicos, computadoras y horas pantalla).
3- Alimentación: los niños basan su dieta en alimentos industrializados y favorecidos por la gran publicidad de comidas hipercalóricas que constantemente los estimulan audiovisualmente generando un alto consumo de panadería industrial que suelen tener un elevado contenido de grasas, azúcares, sal, etc. También abusan de bebidas azucaradas, pueden disponer rápidamente de snacks en máquinas expendedoras y consumen en exceso la famosa comida rápida.
4- La sociabilización en torno a la comida se perdió totalmente, ya no se respetan los horarios, perdiendo la rutina alimentaria, salteando comidas, existiendo distintos menúes para cada comensal que se sienta a la mesa.
En concordancia con el equipo médico, es importante que la persona con diabetes adopte hábitos alimentarios saludables
Así las cosas, se estima que entre el 70% y el 80% de las personas con diabetes en tratamiento no logra alcanzar los objetivos planteados por el profesional. "En los últimos congresos mundiales ya se habla de implementar un método integral para los pacientes con diabetes que incluya una mirada nutricional, psicológica, sociológica y deportiva –destacó el director médico del Centro especializado IDTA–. La integración de las diversas ramas médicas aporta y detecta de qué manera el paciente se desenvuelve a diario, realiza tareas, cómo se comporta con su organismo para poder reducir el impacto negativo del medio ambiente sobre la enfermedad".
En concordancia con el equipo médico, es importante que la persona adopte hábitos alimentarios saludables, realice actividad física diaria y lleve una vida más activa. Esto se debe adoptar también en personas en estado prediabetes, cuando los niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal pero no tan elevados como para considerarse diabetes. En general un paciente que presenta sobrepeso, que posee factores de riesgo y tiene familiares con diagnóstico de diabetes, es propenso a padecerla.
Para ello, Proietti, quien además es ex coordinador de internación de diabetes del Hospital Italiano, recomendó cinco alimentos clave para personas con diabetes:
1. Tomate: fresco, en salsa, en jugo, licuado o bien como condimento concentrado (aderezo). Tiene poca cantidad de carbohidratos y es bajo en calorías.
2. Legumbres: porotos, garbanzos, lentejas y arvejas. Son fuente de hidratos de carbono de bajo índice glucémico. Aportan proteínas y hierro. Además, son una excelente fuente de fibra, potasio y magnesio en la comida habitual.
3. Vegetales de hoja verde oscuro: acelga, espinaca, berro, rúcula. Prácticamente no tienen hidratos de carbono, son fuente de fibra y de vitamina A.
4. Pescado rico en grasa Omega 3: salmón, sardinas, caballa, jurel, arenque, atún. El tipo de grasa que contienen es básicamente antiinflamatoria, lo que resulta benéfico por sus efectos sobre la diabetes, la hipertensión, los triglicéridos y la artritis.
5. Frutos secos: nueces, almendras, castañas, maníes. Aportan muy pocos hidratos de carbono, alto contenido en grasa de buena calidad y proteínas. Son fuente de minerales (calcio, potasio y magnesio) así como de vitaminas del grupo B. Cuando existe sobrepeso hay que controlar la porción ya que son alimentos hipercalóricos.
Y para finalizar, Proietti dio una serie de recomendaciones para un ejercicio libre de riesgos.
– Realizar 30 minutos diarios de actividad física.
– Hacer una colación antes de comenzar la actividad.
– Comenzar siempre despacio aunque se sienta en forma.
– Llevar siempre hidratos de carbono de acción rápida (glucosa, caramelos o bebidas con azúcar) y estar alerta a los signos ligados a una posible hipoglucemia durante el ejercicio o varias horas después de la actividad.
– Hidratación permanente.
– Usar medias apropiadas de fibras naturales (de algodón) y un buen calzado, que sea cómodo, confortable, le sostenga bien el pie y le permita una buena ventilación.
– Considerar el horario y lugar de aplicación de la insulina.