Entre el 2 % y 8 % de los niños que padecen diabetes tipo 1 mueren al inicio de la enfermedad debido a la falta de diagnóstico oportuno.
Según dijo el endocrinólogo pediatra Juan Pablo Llano, muchas veces es difícil detectar la diabetes en niños. "Se convierte en una enfermedad silenciosa, mortal y, al provocar crisis hipoglucemia, los niños no diagnosticados están en grave riesgo".
Llano detalló que la diabetes tipo 1, que se presenta generalmente en niños a partir de los ocho años y en jóvenes, se produce porque el páncreas no es capaz de fabricar suficiente cantidad de insulina, la hormona que ayuda al organismo a transformar el azúcar de los alimentos en energía."En este tipo de diabetes el páncreas pierde su capacidad de fabricar la hormona porque el sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas encargadas de fabricar esta hormona", indicó.
La consecuencia de esto se refleja en un aumento de los niveles de glucosa "que si no se tratan de forma adecuada, pueden llegar a provocar graves trastornos a largo plazo, como pérdida de visión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, problemas pulmonares e incluso la muerte".
Los padres deben estar atentos a ciertos síntomas, como la necesidad de orinar mucho y de beber mucho líquido, estar cansados muy a menudo y perder peso o no ganarlo conforme los individuos van creciendo.
En la misma línea, el experto dijo que entre las causas que detonan la enfermedad está la carga genética, una falla en el sistema de defensas en el páncreas, pero también un ambiente desfavorable. "Se ha comprobado que los niveles altos de contaminación disparan la diabetes tipo 1".
Por ello, en Estados Unidos y Latinoamérica se ha tenido un aumento importante de esta enfermedad en las últimas dos décadas."Esto se debe también a que ha habido una importante ganancia de peso en la población infantil y ese es un factor importante para desarrollar la diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2", señaló.
Llano, miembro de la European Society of Paediatric Endocrinology (ESPE), dijo otro gran problema es que los gobiernos de países latinoamericanos no se ocupan de disminuir los índices de obesidad en la población y por ende frenar el incremento de la diabetes. "No existen estrategias efectivas de los gobiernos en el combate al sobrepeso", denunció.
La solución debe darse desde el hogar, "los padres deben fomentar los buenos hábitos, buena alimentación y el ejercicio en los pequeños; desde ahí debemos comenzar".
En vías de, Llano pidió a la población informarse más acerca de esta enfermedad con la finalidad de tener diagnósticos más oportunos que eviten complicaciones más severas en la salud de los infantes."Y sobre todo, acabar con los mitos, como que la insulina daña los órganos, o que los niños gorditos son niños sanos", aseveró.
Asimismo, indicó que los profesionales de la salud deben tratar al niño diabético de manera especial. "Hay que quitarles las culpas y temores de que algo muy grave les pasará, pues deben estar conscientes de que la diabetes bien controlada es una condición con la que pueden vivir y no una enfermedad mortal", manifestó.