Soy diabético tipo 2, que trato con pastillas y una dieta muy cuidada, pero además soy diabético consorte y ya estoy curado de espanto con las hipoglucemias, que según el grado de consciencia o rechazo severo a mis cuidados, trato con un tetrabrik de zumo, con o sin azúcar añadida, caramelo con abundante agua, GLUCUP, sobres con un gel de glucosa, o en casos severos, con el consabido GLUCAGÓN. Con los años, he aprendido a detectar las hipo de mi esposa de forma prematura, por el tono de voz, por su silencio, por su forma de andar, sudor en la frente, convulsiones que, pueden despertarme por la noche, cómo me responde al teléfono etc. Cuando sale, raramente sola, o está con amigas, la tengo localizada con un programita gratuito que tenemos en el teléfono, llamado SAFE 365, que me permite acudir donde esté, si surge un problema. Tenemos el asunto bien asumido, convivimos con él y tratamos de corregir los inevitables errores que se van produciendo. Los que lleváis mal este inconveniente, pensad que os pueden pasar cosas infinitamente peores y no os pasan, que hay pasteles y helados que no llevan azúcar y que los bocadillos, la pasta y la fabada, engordan un montón y no son sanos ni para los que no tienen nuestro pequeño problema.