Manuel López Pérez (Lugo, 1984) es cardiólogo en el Complejo Universitario de Ferrol (CHUF) y el encargado de impartir la primera Charla saludable que organizan La Voz y el área sanitaria en As Pontes con la colaboración del Concello. Será el próximo miércoles en el auditorio Alovi (a las 20.30 horas) y estará dedicada a la insuficiencia cardíaca.
-¿El título de la charla, «Insuficiencia cardíaca, su verdadera importancia», sugiere que no se toma en serio a esta dolencia?
-La gente sabe lo que es la diabetes, la hipertensión, pero para muchas personas la insuficiencia cardíaca todavía es algo que no les suena. Y es una enfermedad grave, pero aún es la gran desconocida de las enfermedades cardíacas. Podríamos decir que es una epidemia, ya que, por ejemplo, es la patología médica que causa más ingresos en los hospitales, es decir, de los que no tienen que ver con cirugías. Y es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años.
-¿Por qué es tan desconocida?
-Creo que hemos conseguido tratar bien los infartos, la diabetes y otras dolencias, pero es que la insuficiencia cardíaca más que una enfermedad en sí misma, es la vía final de muchas otras que afectan al corazón y gracias a que hemos conseguido mejorar los tratamientos nos encontramos con que esos pacientes llegan a este punto.
-¿Está asociada siempre a otras enfermedades o a hábitos de vida poco saludables?
-Evidentemente, la causa más frecuente de la insuficiencia en España son los problemas de las arterias del corazón y por eso una dieta equilibrada, evitar la obesidad y una vida sana, en general, reduce mucho las posibilidades de padecer insuficiencia cardíaca. La tensión, el alcohol o los fármacos quimioterápicos son otros de los factores que pueden desarrollarla.
-¿La quimioterapia?
-Sí, porque son fármacos fuertes y muy potentes, ya que intentan eliminar esas células malignas y algunos de estos tratamientos pueden llegar a producir toxicidad sobre el corazón, por eso los pacientes que reciben tratamientos quimioterápicos los seguimos de forma preventiva desde cardiología.
-¿Cómo es la evolución de los pacientes?
-La insuficiencia podría empezar con un infarto que deja una cicatriz en el corazón, que a largo plazo provoca que el corazón se dilate y pierda fuerza, que son dos de las características de esta enfermedad. La persona puede pasar mucho tiempo sin tener ningún síntoma, pero cuando se manifiesta los primeros son fatiga y retención de líquidos. Podemos tratarla y el mensaje que debemos dar siempre tiene que ser positivo, porque aunque la enfermedad es grave y el pronóstico a largo plazo es ominoso, es cierto que ya tenemos vías médicas para ralentizar esta progresión y hasta pueden llegar a mejorar el corazón dañado.
-Tratamientos que implican trasplantes...
-Habitualmente los pacientes se tratan con pastillas y es muy importante que el enfermo sea estricto en su propio cuidado, porque pueden detectar descompensaciones o que ganan unos kilos porque están reteniendo líquidos y eso nos ayuda a ir llevando la enfermedad. Inicialmente el tratamiento suele ser médico, con pastillas y un seguimiento especial. Ferrol cuenta con una unidad de seguimiento de insuficiencias cardíacas. Una vez que se superan esas fases iniciales y el paciente sigue mal, el recurso final puede ser el trasplante.
-¿Y el corazón artificial, como el que lleva, Salvador Sobral, el ganador de Eurovisión?
-Sí, es una alternativa.
-¿Cuándo se usa uno u otro?
- Depende del perfil del enfermo, que es muy variado. El trasplante es el recurso más importante de la sanidad, pero el problema es que cada vez hay menos donantes y los pacientes son cada vez mayores y soportan peor la intervención. Es que llegan a la enfermedad en edades muy avanzadas. La realidad es que no hay órganos para todos los pacientes que los necesitan y por eso surgen nuevos aparatos que sirven a pacientes contraindicados para el trasplante o que esperan uno. De hecho, muchos pueden llevarlo durante toda la vida, es una pequeña mochila, que lleva unas bombas que funcionan como el corazón.