Nos encontramos en pleno verano, y en ocasiones, se trata de una estación difícil de llevar para los daibéticos. Por este motivo, la Federación Española de Diabetes (Fede) ha recordado que hay que aprovechar el buen tiempo para introducir y mantener nuevos hábitos saludables en nuestra rutina, que contribuyan a la prevención y el buen control de la diabetes.
Ante la llegada del verano y, en concreto, las vacaciones, muchas personas con diabetes sienten un cierto temor a perder el control de su enfermedad, lo que puede producirse por ciertos cambios en las rutinas y horarios; por la reducción de la actividad física; por dificultades para mantener una alimentación adecuada al comer fuera de casa; o por desajustes en la regulación y absorción de la insulina, motivados por el calor.
Para acabar con estos miedos, Fede defiende que esta puede ser una buena época para mantener, e incluso mejorar, nuestra salud; para lo cual tan sólo es necesario una coordinación con nuestro equipo médico, y una actitud positiva y de autorresponsabilidad.
De esta manera, y rompiendo con ciertas ideas preestablecidas y los temores de muchos pacientes, desde Fede recomienda a las personas que padecen diabetes seguir ciertos consejos. Estos son:
Alimentación
En verano es sencillo disponer de una gran cantidad de verduras y frutas frescas y de temporada, con las que preparar platos saludables como ensaladas, cremas, salteados o macedonias. De esta forma, se puede aumentar el consumo de estos alimentos, combinándolos, por ejemplo, con carnes, pescados, pastas y arroces, siempre en raciones moderadas.
Además, las vacaciones pueden ser un buen momento para pasar un rato entretenido en la cocina, preparando algunos caprichos refrescantes, como helados o tartas frías, optando por sus versiones caseras y saludables, por ejemplo, sustituyendo el azúcar por otro tipo de edulcorante y optando por las versiones más ligeras cuando se emplee leche, nata o queso.
Ejercicio Físico
El buen tiempo anima a salir a la calle y, por eso, la época estival es ideal para la práctica de ejercicio físico al aire libre. Andar es una de las actividades más completas y recomendadas para las personas con diabetes, pero también se puede aprovechar el verano para probar nuevos deportes, como la natación en la playa o la práctica de senderismo de montaña.
Sea cual sea la elección, supondrá siempre un beneficio para la salud, y más aún cuando se practique de forma regular. Para que la actividad resulte segura, se recomienda protegerse del sol, evitando la actividad en las horas centrales del día; y beber una cantidad adecuada de líquidos, antes, durante y después de la práctica de ejercicio, para asegurar una buena hidratación del cuerpo.
Por último, es importante tener en cuenta que aplicar estos consejos saludables será tanto más beneficioso en la medida en la que pasen a formar parte de la rutina para la prevención y el cuidado de la diabetes, después del verano; algo que será más sencillo si los nuevos hábitos se comparten con familiares y amigos, puesto que el apoyo social es una pieza clave en la adopción de los mismos.