Daniel Albero es uno de los más de 70 motoristas que este viernes tomaron la salida en la Baja Aragón, el rally más duro de España. Sin embargo, este piloto de Carcaixent lleva consigo una ´mochila´ que le hace ser único entre esos más de 70, la diabetes.
Una enfermedad que padece desde los 10 años, pero que no le ha impedido luchar por cumplir sus sueños. Y estos siempre van encima de una moto. Ahora, corre la Baja Aragón, pero su verdadero objetivo, por el que lleva peleando años, es mucho más ambicioso: el Rally Dakar. De momento, busca apoyos para financiar un proyecto que, además, es solidario.
En el primer tramo cronometrado de la Baja Aragón 2017, una prólogo de 9,3 kilómetros en la provincia de Teruel, Albero finalizó en la posición 57, a 1:52 del primer clasificado, nada más y nada menos que el también valenciano Joan Barreda, uno de los mejores motoristas de rally del mundo.
Pero, como el propio Daniel Albero reconoce cada vez que se sube a una moto para competir, «el principal objetivo es terminar las carreras demostrando que, aunque ´Doña Diabetes´ siempre esté ahí, podemos hacer lo que nos propongamos».
Él, de momento, busca acabar esta Baja Aragón después de no poder hacerlo en su última competición, el Hellas Rally Raid 2017, celebrado en Grecia el pasado mes mayo. En tierras helenas, después de completar las tres primeras etapas sin mayores problemas, sufrió una aparatosa caída que le obligó a abandonar por culpa de una rotura de clavícula. Lances de las carreras, que no le impiden seguir luchando por su sueño.
Porque, «después de que la vida me azotase con la pérdida de mi negocio y de mi hijo pequeño, decidí que era el momento de emprender el proyecto Un Diabético en el Dakar, arropándome en mi familia, amigos y equipo», reconoce Albero. «Nuestra meta es lograr que, por primera vez en la historia, un piloto de motos diabético tipo 1 pueda participar en el rally más duro del mundo: el Dakar», afirma el piloto de Carcaixent.
«Existen más de 400 millones de diabéticos en el mundo, casi un ocho por ciento de la población mundial padece esta enfermedad, pero nunca antes un DT1 ha participado en la prueba más exigente del mundo del motor.
Con mi caso, pretendo romper una gran barrera y normalizar una enfermedad que, pese a los avances médicos, necesita de un proyecto como este. Es por eso, que nuestro proyecto es de carácter social y pretende conseguir recaudar fondos para la investigación de la Diabetes, concretamente, para los campamentos de niños con diabetes de la AVD (Asociación Valenciana de Diabetes)», explica Albero, que continúa buscando apoyos para financiar un costoso pero ilusionante proyecto, el que espera pueda llevarle a tomar la salida en Perú el próximo mes de enero de 2018 de la prueba de rallys más importante del mundo.