Mientras la diabetes crece a ritmo alarmante, California invierte en una fuerte campaña de prevención.
Funcionarios de California decidieron esta semana dedicar $5 millones de dólares a prevenir que las personas con alto riesgo de diabetes contraigan efectivamente la enfermedad, con la esperanza de reducir el gran número de californianos que se prevé serían diagnosticados en los próximos años.
En la actualidad, el 9% de los californianos sufre de diabetes, pero un estudio del año pasado descubrió que el 46% de los adultos del estado tienen prediabetes, una condición en la cual los niveles de glucosa en la sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente elevados como para ser considerados como diabetes.
“Se trata de una cifra asombrosa”, afirmó Flojaune G. Cofer, investigadora y directora de política de Public Health Advocates, con sede en Davis, que patrocinó el proyecto de ley, SB 97, que agrega la nueva financiación.
Cofer afirmó que si no se toman medidas para evitar que los prediabéticos desarrollen la enfermedad, millones más de californianos la padecerán en los próximos cinco años y la tasa de dicho mal se duplicará en el estado. Se estima que aproximadamente el 70% de los prediabéticos se convertirán en diabéticos a lo largo de su vida.
El gobernador Jerry Brown aprobó el lunes $5 millones para pagar a los beneficiarios de Medi-Cal que se inscriban en el Programa de Prevención de la Diabetes, que comenzará en julio del año próximo. Los participantes deberán tener sobrepeso y altos niveles de azúcar en la sangre, pero no haber desarrollado diabetes.
El programa ayuda a las personas a perder entre el 5% y el 7% de su peso corporal al comer de forma más saludable, hacer más ejercicio y reducir el estrés, todo lo cual ha demostrado reducir a la mitad el riesgo de sufrir diabetes. California se convertirá así en el tercer estado en cubrir el programa como un beneficio de Medicaid, después de Montana y Minnesota.
Daniel Zingale, vicepresidente sénior de California Endowment, sostuvo que Medi-Cal ha cubierto durante mucho tiempo los altos costos de diálisis para los pacientes diabéticos cuyos riñones fallan, pero no los costos menores de tratar de que la gente coma mejor y trabaje más para prevenir la enfermedad en primer lugar. “Lo revolucionario de este cambio es que, finalmente, se empieza a reconocer que invertir cantidades más modestas en prevención puede ahorrar enormes sumas de dinero a largo plazo”, afirmó.
Se espera que la inversión estatal de $5 millones se complete con otros $8 millones provenientes del gobierno federal, estimó Cofer. Cada año, el estado espera inscribir alrededor de 25,000 personas. La implementación del programa debería ahorrar unos $45 millones al año al impedir que muchos pacientes prediabéticos desarrollen la enfermedad -y, por ende, requieran menos tratamientos médicos-.