Gorka Orive, profesor alavés de la UPV/EHU, investiga para crear un fármaco capaz de controlar el nivel de azúcar en sangre de los diabéticos sin pincharse insulina
La diabetes es una epidemia que no deja de crecer y que afecta cada vez más a los países desarrollados. Para combatirla, investigadores como Gorka Orive usan tecnología de última generación para fabricar nuevos medicamentos que permitan a los diabéticos vivir sin inyecciones. Investigaciones que el propio Orive desgranará esta tarde, a las 19.00 horas en el Azkuna Zentroa, en la última charla de la cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
¿Se están produciendo muchos avances para tratar la diabetes?
-Sí. Hay mejores insulinas, más formas de administración con nuevos infusores que son como minibombas que te van metiendo la insulina para ahorrarte las inyecciones. Ahora, el siguiente paso es la elaboración de medicamentos biológicos.
¿En eso están trabajando?
-Sí, nuestra investigación tiene como objetivo diseñar un nuevo medicamento en forma de microfábricas de insulina para tratar la diabetes. Uno de los aspectos más positivos de este fármaco es que con una inyección debería ser suficiente para que el paciente controle su glucemia, es decir su glucosa en sangre, durante bastante tiempo.
¿Cuánto tiempo?
-No sabemos si será un mes, varios, o un semestre. O incluso más, si todo fuera bien. De tal forma que el paciente podría reducir el número de pinchazos o incluso podría evitar la inyección de insulina exógena porque ese medicamento sería capaz de funcionar autónomamente.
Pero de momento no incluyen las pruebas en humanos.
-No. De momento lo vamos a testar en animales de investigación. Vamos a probar su eficacia y seguridad en el laboratorio, con ratones. Si los resultados fueran positivos, iríamos completando etapas. El proyecto se ha iniciado a principios de este año y lleva un semestre en preparación. Estamos en la primera arquitectura de lo que va a ser el diseño del medicamento y sus primeras evaluaciones en el laboratorio. Y luego pasaríamos a los animales. El objetivo hasta 2019 es crearlo y evaluarlo.
Este es un fármaco biológico. ¿Cuáles son las características de un medicamento vivo de este tipo?
-Todo el mundo conoce lo que es un medicamento convencional, una cápsula, un comprimido, una jeringa inyectable... Este es un medicamento que está vivo porque en su composición hay células vivas. Y es un fármaco que habría que inyectar. Inyectaríamos un número muy grande de pequeñas bolitas de menos de medio milímetro. Muchas bolitas pequeñitas que en su conjunto forman el medicamento. Dentro de esas bolitas habrá células sanas, que funcionan, y que son capaces de responder liberando insulina. Ya que el paciente tiene sus células pancreáticas defectuosas y no producen insulina, nosotros pretendemos crear una especie de nuevo páncreas, un páncreas bioartificial.
Al trabajar con organismos vivos, ¿la producción es más compleja?
-Sí. Esto no es un fármaco que viene en un blíster. Habría que prepararlo en un hospital y habría que ver cuál es la manera de fabricarlo a mayor escala. Si tenemos unas células que funcionan bien y se pueden incluir en esas bolitas, que son las microfábricas, las inyectaríamos en los animales. Si no hay efectos adversos, daríamos los siguientes pasos.
La UPV no trabaja sola en este proyecto.
-Este fármaco forma parte de un proyecto de investigación multidisciplinar financiado con un programa de telemaratón en Catalunya. Además de la UPV, incluye otros dos grupos de investigación de universidades/hospitales de Barcelona. Es un proyecto que se ha iniciado este año y finalizará en 2019.
¿El fármaco se diseñaría a la carta para cada paciente?
-Tendríamos que pensarlo. Este tipo de medicamentos biológicos no siguen las pautas de la industria farmacéutica tradicional. Tendrían que tener otras directrices que quedan por definir. Habría que coger células del paciente y hacer que respondan a los niveles de glucosa. Diseñar biología sintética para esas células o quizá buscar un patrón celular que pudiera servir para todo el mundo. Eso permitiría industrializarlo de una manera más factible. Pero, de momento, eso es muy anticipado.
¿Hay muchos medicamentos biológicos en el mercado?
-Están ganando peso. Cuando yo estudiaba la carrera de Farmacia apenas se daba nada de eso, pero ahora hay un porcentaje importante. Hay que tener en cuenta que esto que pretendemos hacer nosotros es complejo, pero hay otros más sencillos que tienen una forma de llegar a la clínica más rápida como los anticuerpos monoclonales. O los factores de crecimiento. También se utilizan algunos para el tratamiento del cáncer. Otro ejemplo muy claro son los anticuerpos que se utilizan para evitar las retinopatías que se pinchan en el ojo muchos pacientes diabéticos.