El entrenamiento funcional de crossfit puede ser un gran aliado en el mejor manejo de la diabetes tipo 2.

Esta enfermedad se caracteriza por que el organismo no produce la suficiente cantidad de insulina para contrarrestar los altos niveles de azúcar en sangre.

Sin embargo, practicar este tipo de ejercicio de alta intensidad podría ayudar a que se sea más sensible a la hormona de la insulina y, por tanto, se controle mejor la glucosa en la sangre.

Así lo ha descubierto un estudio realizado por un equipo del Instituto de Investigación de Cleveland, Ohio (EE.UU.) y que ha visto la luz en la revista Experimental Physiology. En él se ha analizado durante seis semanas a 13 personas de 53 años de media que tenían sobrepeso, obesidad y diabetes tipo 2. El grupo practicó crossfit en sesiones de 8 a 20 minutos con una frecuencia de tres días a la semana, y se les realizaron pruebas de tolerancia a la glucosa y análisis de sangre para conocer sus efectos.

El crossfit ayudó a reducir la masa grasa, la presión arterial diastólica, los lípidos en sangre e incrementó la sensibilidad a la insulina y la oxidación de la grasa basal

Menos riesgo cardiovascular gracias al crossfit

Los hallazgos revelaron que gracias a este tipo de ejercicio los participantes redujeron la presión arterial diastólica, la masa grasa, los lípidos en sangre y aumentó la oxidación de la grasa basal y la sensibilidad a la insulina. Todo ello reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y mejora la calidad de vida de los pacientes con diabetes tipo 2.

El ejercicio es para los diabéticos uno de los pilares en los que debe basarse el control de su enfermedad, ya que se ha demostrado que mejora la capacidad del cuerpo para controlar los niveles de azúcar, haciendo que el cuerpo sea más sensible a la insulina producida. Sin embargo, este tipo de pacientes suele tener de media una adherencia baja a los consejos relacionados con la actividad física, y suelen tender al sedentarismo, por lo que el crossfit podría ser una opción interesante a explorar.

John Kirwan, autor de la investigación, ha subrayado que este estudio tiene ciertas limitaciones, en cuanto al escaso número de participantes, su edad, considerada como relativamente joven, el seguimiento de tan solo seis semanas y la similitud con los resultados obtenidos con otros tipos de ejercicio más convencional. Por eso, insiste en que no se pueden sacar conclusiones precipitadas sobre los efectos del crossfit en la diabetes, pero da el primer paso para que se siga investigando esta relación, que podría ser muy útil para las personas con esta enfermedad glucémica, por lo general.