Un estudio publicado en ‘The Faseb Journal' ha descubierto un péptido dual (PGLP-1) que podría inhibir la gluconeogénesis, mejorar el control glucémico y aumentar la resistencia a la insulina en diabetes tipo 2. Expertos consultados por CF se muestran cautelosos por estar en fase de experimentación animal y analizan los tratamientos más prometedores que marcarán un antes y un después en el abordaje de la diabetes y que están ya próximos.
Un estudio publicado la semana pasada en The Faseb Journal, llevado a cabo en roedores, ha descubierto un péptido dual (PGLP-1) que podría inhibir la gluconeogénesis, mejorar el control glucémico como terapia para la insulina en la diabetes tipo 1 y aumentar la resistencia a la insulina en la diabetes tipo 2. Aunque es un hallazgo relevante, expertos consultados por CF, se muestran cautos por ser "una molécula más de las muchas que están en fase de experimentación animal y siguen apuntando a la prevención como el mejor tratamiento para esta enfermedad.
En todo caso, Rebeca Reyes García, coordinadora del grupo de trabajo de Diabetes Mellitus de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), destaca la capacidad del péptido para "estimular y/o regenerar la célula beta", algo para lo que no existen fármacos en la actualidad. Su opinión la refrenda Albert Goday, presidente de la Asociación Catalana de Diabetes, que resalta la disminución conseguida en ratones de la gluconeogénesis, que en "muchos pacientes es el factor más importante de hiperglucemia".
Algunos 'peros'
Sin embargo, Goday señala dos efectos adversos que se aprecian en los ensayos con ratones. Por un lado, el aumento de peso, que sería "un inconveniente" para la diabetes tipo 2, de forma que la ventaja que se consigue con otros análogos del GLP-1 de disminución de peso se perdería. Por otro, el efecto de proliferación de las células beta, que "es interesante porque evitaría el agotamiento de éstas", pero podría tener efecto oncogénico".
En el tratamiento para la diabetes tipo 1, José Ramón Calle, del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), destaca el desarrollo de los análogos de insulina de acción ultra-ultra rápida, que a lo largo de este año se espera que ya estén disponibles en algunos países y que, según Calle, se parecen mucho en su perfil de acción "a la insulina que segregan los no diabéticos".
Antonio Pérez Pérez, vicepresidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), menciona también el desarrollo de "insulinas inteligentes", que podrían prescribirse en diabetes tipo 1 como 2 y que, a diferencia de las de la actualidad que administran una dosis independientemente de lo que haga el paciente, adaptan la dosis a las circunstancias de cada uno.
Otro avance esperado en diabetes tipo 1, según ambos expertos, es el páncreas artificial, que se adapta a la vida cotidiana de los pacientes sin que tengan que monitorizarse o hacer ajustes. "Si durante muchos años esto era algo muy lejano, ahora está cada vez más próximo", sostiene Pérez Pérez. Tanto es así que, según Calle, a día de hoy este páncreas artificial "ya funciona de maravilla" por las noches. De día, sin embargo, la actividad física y la ingesta de comida provocan que la tecnología actual "aún no pueda coger los cambios en los niveles de insulina" para crear un páncreas artificial "totalmente fiable".
Los expertos consultados coinciden en apuntar que el mayor reto en diabetes tipo II es la prevención. "En el futuro más inmediato el reto es parar el aumento exponencial de la obesidad para, secundariamente, prevenir la diabetes en un porcentaje que no conseguirá nunca ningún fármaco", señala Pérez Pérez, que cifra en entre un 70 y un 80 por ciento los casos de diabetes tipo 2 que no existirían si se eliminase la obesidad.
Amplio arsenal terapéutico
Desarrollada la enfermedad, Calle apuesta por "intensificar el tratamiento, aprovechar las muchas familias de fármacos existentes sin caer en la inercia terapéutica y marcar y cumplir unos objetivos rigurosos de control".
Goday concluye que el reto pasaría por crear tratamientos "que consigan disminuir el exceso de peso de una forma segura y efectiva, sin efectos secundarios sobre el sistema cardiovascular; y retrasando o evitando el deterioro y agotamiento de las células beta".
Trabas administrativas
Cada vez se desarrollan terapias más eficaces para la diabetes. Sin embargo, Albert Goday, de la Asociación Catalana de Diabetes, critica "las limitaciones administrativas existentes para prescribir muchos de estos fármacos, que están autorizados, tienen ficha técnica para utilizarlos, han pasado todas las regulaciones, pero que, simplemente, son más costosos".
A su juicio, "las guías institucionales son muy restrictivas a los fármacos más antiguos, que funcionan, pero que no tienen las ventajas de los nuevos". Su visión la comparte Antonio Pérez, de la Sociedad Española de Diabetes, que señala que en la situación de crisis, con el intento de no incrementar el gasto sanitario, hay "trabas importantes".
José Ramón Calle, del Clínico San Carlos (Madrid), lamenta, además, que en España la innovación suele llegar "con retraso" o con "pegas burocráticas".
En cinco ideas
1. Prevalencia
Según la séptima edición del Atlas de la Diabetes (2015), de la Federación Internacional de Diabetes, en España la prevalencia del 14 por ciento en mayores de 18 años.
2. Reto sanitario
Para los profesionales y para las autoridades el aumento exponencial del número de diabéticos convierte a la enfermedad en un reto para los sistemas sanitarios.
3. Obesidad
Desde la Sociedad Española de Diabetes se afirma que entre un 70 y un 80 por ciento de los casos de diabetes tipo 2
no exisitirían si se erradicase la obesidad.
4. Terapia farmacológica
En el campo de la farmacología, un reto para los medicamentos que están por venir pasaría por retrasar o evitar el deterioro y agotamiento de las células beta.
5. Futuro próximo
Según los expertos, cada vez está más cerca de ser una realidad el desarrollo de un páncreas artificial. Esto supondría un gran avance para el tratamiento de la diabetes tipo 1.