Hola,
a la hora de explicar a niños según qué cosas, la diabetes o lo que sea, es necesario tener en cuenta su momento de desarrollo evolutivo (hay libros de psicología divulgativa donde se habla de ello de una manera teórico-práctica con ejemplos).
Además, cada persona, cada niño es un mundo: una cosa es que todos pasemos por etapas básicas y tengamos las mismas necesidades básicas, y otra el ritmo de evolución y necesidades particulares y características de cada cual.
Por lo que dices de que no quieres que se sienta diferente, yo opino que todos somos diferentes (tenemos ritmos, grados de sensibilidad y percepción, intereses, gustos, etc. diferentes), y que hay que enseñar-nos a respetar-nos con todas esas diferencias, hacer de ellas una riqueza y no un motivo de lucha (ni vergüenza ni prestigio, ni mejor ni peor; es parte de la vida).
Esa frase que dijo tu hijo sobre que todos los niños llevan bomba es típica de esa franja de edad; es del mismo estilo que cuando su perro querido se llama “Hugo”, por ejemplo, y usan ese nombre propio para definir a todos los perros. No es un error de los niños, es parte de su desarrollo, parte de cómo ellos van viendo y sintiendo el mundo que los rodea.
Lo que se me ocurre en estos momentos es explicarle que para hacer las cosas que le gustan, ha de comer, y que esa “bomba” forma parte de su manera de comer, que es la que ayuda a que los alimentos le hagan sentirse feliz y fuerte, de la misma manera que otros niños usan gafas para poder jugar con los amigos, u otros necesitan otras cosas. Si en algún momento se siente enfadado o no quiere llevarla, hay algo básico para tratar de convencerle: mostrarle comprensión, decirle que entendemos lo que le pasa, que comprendemos su enfado (y ponerle un ejemplo propio les es muy útil a los niños, ya que si un referente adulto los comprende y les hace ver, con un ejemplo, que también siente cosas parecidas, ellos transforman mejor sus emociones negativas y pasan mejor sus dificultades).
A través del juego es como mejor se aprende en la infancia, así que encontrar o crear un juego en el que el niño se sienta a gusto e implicado puede ser una buena opción para explicarle lo que sea, de acuerdo a sus posibilidades de actuación y comprensión y sus necesidades (cuentos, dibujos, escenificaciones de situaciones, etc.). No va a servir de mucho darle un discurso puramente racional.
Por otra parte, muchas veces, si los adultos referente adelantan acontecimientos con su preocupación y ansiedad, es peor para los niños, que absorben esa preocupación sin que sus mayores se den ni cuenta.
Ánimos, que seguro que os irá muy bien :)
Abrazos