El vicepresidenta de la Federación Española de Diabetes (FEDE), Aureliano Ruiz, ha aprovechado su comparecencia durante la mesa sobre adherencia al tratamiento organizada dentro del VI Congreso VI Nacional Semergen de Pacientes Crónicos para solicitar que se recupere la figura del educador para pacientes diabéticos.
La mesa, que ha estado moderada por Esperanza Soto, residente de Medicina de Familia en Córdoba, ha pivotado sobre dos ejes: el aspecto más psicológico del paciente, presentado por José Luis Bimbela, escritor y profesional del área, y Aureliano Ruiz que ha aportado la visión asociativa.
Aureliano Ruiz, vicepresidente de Fede, ha demandado un tratamiento acorde al siglo XXI.
Ruiz ha recordado lo importante que es el apoyo de la familia y de las asociaciones de pacientes de las que, además de formar parte, se muestra un “defensor acérrimo” pues las considera un “agente vertebrador” del sustento psicológico del enfermo. Ruiz ha explicado que su organismo se acerca a zonas con pacientes recientemente diagnosticados, como colegios, para impartir charlas a profesores y alumnos normalizando la enfermedad. En el caso de los tutores, Ruiz ha asegurado que lo hacen para que “no tengan miedo” a la enfermedad.
Recordando una petición histórica, el vicepresidente de FEDE ha defendido que los pacientes diabéticos deberían de “pasar de ser tratados como agudos a crónicos y, de esta forma, el tipo de tratamiento va a variar”.
En una reivindicación política, el vicepresidente ha ‘hecho las cuentas’ a la administración y ha asegurado que "los tratamientos del siglo XXI, que no estamos implantado, ahorrarían muchos costes al sistema”. “Tenemos fondos para que cualquier tipo de enfermedad mejore. Estamos malgastando el dinero”, ha refundado Ruiz en relación a la diabetes.
Esperanza Ruiz, R1 de AP, destaca la importancia de formar al paciente.
Por su parte, la R1 Esperanza Soto ha destacado la importancia que tiene que los médicos “sepamos informar a los pacientes de una manera adecuada”. Ejemplificando su argumento en el proceso de la insulinoterapia, Soto ha entonado el ‘mea culpa’ y ha reconocido que, aunque hagan todo lo necesario por ejecutar una consulta completa, la falta de tiempo hace que se derive a los pacientes a Enfermería “que también está muy saturada”.
A este respecto, Soto ha señalado la existencia del “desaparecido” educador de diabéticos, importante en el proceso y que "solía acompañar y formar" al paciente en aspectos que, a veces, dejan de lado médicos y enfermeros al darlos por sabidos.
Por último, todos los ponentes han coincidido en la importancia del apoyo de la familia que, en muchas ocasiones, se encuentra dentro de las propias asociaciones de pacientes. A esto, Bimbela ha añadido la necesidad de que el facultativo "facilite" las cosas al paciente.