Durante los días de Semana Mayor los médicos del Hospital General brindaron 333 consultas, siendo mayormente las relacionadas con el descuido en el tratamiento de enfermedades crónico - degenerativas.
Caleb Cienfuegos, director del nosocomio, indicó que el pasado fin de semana en el que se celebraron los días santos no se presentaron grandes eventualidades dentro de las atenciones en este hospital y que siguiendo la estadística de años anteriores, se dio un flujo muy similar.
Óscar Alonso Pérez Rico, jefe de Prestaciones Médicas del IMSS, refirió que sólo el 40% de los diabéticos mantiene la enfermedad controlada, es decir el 60% minimiza el padecimiento e ignora que puede padecer las consecuencias que van a conducirlos a un estado de incapacidad o la muerte.
“Ellos no tienen un control metabólico, ni su azúcar, ni su colesterol o su función renal ni su peso están en rango en el que se ha demostrado que tenerlos ahí te mantiene fuera de las complicaciones; son pacientes que no aceptan la enfermedad o no están dispuestos a hacer cambios para estar libres de complicaciones”.
A largo plazo, la diabetes no controlada hace sujeto al paciente a perder la vista, la capacidad renal o una extremidad.
Hoy 2 mil pacientes afiliados al IMSS están sometidos a tratamiento de diálisis, 300 padecen retinopatía y otros 300 están a punto de perder una pierna, todos en consecuencia de no atender la diabetes.
Además del costo a la salud, Pérez Rico advirtió que la diabetes es el padecimiento que más costo genera al instituto.
De acuerdo con el jefe de Prestaciones Médicas del instituto, este año a Baja California le costará 420 millones de pesos tratar la diabetes y sus complicaciones.
“Desafortunadamente la tendencia de más diabéticos de más complicados se está elevando, estamos
Tener el control para poder vivir
Vivir con diabetes no es tan complicado si tomas el control de la enfermedad, desde aceptarlo hasta llevar un proceso de revisión que nos permita vivir con una calidad de vida que hace casi imperceptible el padecimiento, consideró Cruz Manjarrez.
Dedicado al diseño desde hace ya varios años, asegura que el ritmo de trabajo no interfiere en ninguno de sus tratamientos, pues ha sido una persona disciplinada que sabe de la importancia que radica en tener bajo control el azúcar.
“Cuando dejas de inyectarte sientes fatiga, sientes que los párpados son pesados y el cuerpo muy tosco, por ello las dosis correspondientes deben ser aplicadas”.
Manjarrez señala que hay dos tipos de personas con la enfermedad, la que le “vale” y la que lo niega, ésta última piensa que solo por el hecho de no aceptar su condición se le va a quitar, lo cual puede ser un error de consecuencias.
“Cada quien le da el valor a su vida, yo por mi parte la cuido porque además está la gente cercana como mi familia”.