Las personas con cuerpo de “manzana” tienen más riesgo de sufrir diabetes y problemas de corazón. La grasa localizada en la zona lumbar puede suponer mayores riesgos para la salud.
El exceso de peso es un factor de riesgo en sí, pero la localización de la grasa en el cuerpo también es un dato a tener en cuenta, según confirmó un reciente estudio. Es que la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes es mayor entre las personas que acumulan grasa en el abdomen en lugar de las caderas y las nalgas.
El diagnóstico de obesidad se define sobre la relación entre peso y talla establecida por el índice de masa corporal (IMC). La obesidad, se sabe, es una de las causas principales de las enfermedades coronarias y de la diabetes tipo 2.
El riesgo disminuye en las personas que acumulan grasa en las caderas y las nalgas
“Sin embargo, para cualquier IMC determinado, la distribución de grasa corporal puede variar sustancialmente: algunos individuos almacenan proporcionalmente más grasa alrededor de sus órganos viscerales (adiposidad abdominal) que en sus muslos y cadera”, explica Sekar Kathiresan, profesor adjunto de medicina en la Universidad de Harvard y autor principal de la investigación, publicada en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA). “En los estudios observacionales -prosigue- se asoció la adiposidad abdominal con la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón”.
Para el estudio, se analizaron datos de más de 400 mil participantes desde 2007. Los investigadores encontraron que la predisposición genética a una mayor proporción cintura-cadera ajustado por el IMC se asoció con un aumento de los niveles de factores cuantitativos de riesgo (colesterol, insulina, la glucosa y la presión arterial), así como un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y de enfermedades cardíacas. Factores no genéticos como la dieta, el tabaquismo y la falta de ejercicio físico también influyen.
Factores no genéticos como la dieta, el tabaquismo y la falta de ejercicio físico también influyen
Entre sus conclusiones, los investigadores afirman que los resultados obtenidos respaldan anteriores observaciones que asociaban la adiposidad en la zona de la panza con mayor riesgo de enfermedades metabólicas. Y afirman que el índice cintura-cadera ajustada por el IMC puede ser útil como un biomarcador para los tratamientos, porque permitiría elaborar estrategias de prevención para la diabetes tipo 2 y las enfermedades coronarias en personas con las predisposiciones genéticas para un cuerpo con forma de “manzana”.