Medtronic tiene sobre 90,000 pies cuadrados de manufactura en la Isla, desde donde confeccionan dispositivos médicos para el mundo.
Precisión, tecnología sofisticada, ojos y manos diestras, máxima seguridad, y un enorme celo por la calidad son algunos de los atributos que sobresalen en la moderna planta que la empresa de dispositivos médicos Medtronic opera en Juncos.
La misma, visitada recientemente por El Nuevo Día, es una de las cuatro que esta empresa maneja en la Isla, y que manufacturan cerca del 20% de las ventas globales de la compañía.
Esas ventas globales totalizaron el año pasado cerca de $30,000 millones, lo que ofrece una idea de la importancia de la operación local.
Las otras tres plantas están en Humacao, Villaba y Ponce.
“Entre todas las plantas de Puerto Rico hay sobre 90,000 pies cuadrados de manufactura. Somos una compañía altamente técnica. Muchos de los productos son implantables y [esto hace que] la capacidad técnica sea muy importante para nosotros. Igualmente la parte de cumplimiento, calidad del producto y mejoramiento continuo son fortalezas de la organización”, sostuvo Félix Negrón, vice presidente de Operaciones para Puerto Rico.
Este explicó que cada una de las plantas se especializa en determinados productos.
La planta en Juncos elabora todos los dispositivos de terapia cardiovascular, incluyendo los llamados marcapasos, así como las bombas modernas que suplen insulina para los pacientes de diabetes.
Más del 90% de los productos del mercado de diabetes se manufacturan aquí en la planta de Juncos, aseguró Negrón.
Precisó que los marcapasos se manufacturan en Puerto Rico, Suiza y Singapur, pero en el caso de las bombas de medicamentos para diabetes, se hacen solo en Puerto Rico.
Estas bombas son dispositivos externos, no son implantables, y según explica el ejecutivo, “el doctor le receta la insulina que le toque al paciente, y esa insulina se coloca en una botellita, que nosotros manufacturamos también, y esa la pones en la bomba; se programa la bomba y esta va dispensando insulina al cuerpo”.
Añadió que “también tenemos unos productos que llamamos sensores, y ese sensor, que también hacemos aquí en grandes cantidades, monitorea el nivel de azúcar en la sangre. Está constantemente cogiendo lectura” y el paciente aplica la insulina que necesite cuando le haga falta, añadió.
Ese sofisticado dispositivo es el que manufacturan manos puertorriqueñas en Juncos.
La labor en la planta
El recorrido por la planta, inició en la línea de producción de la bomba para el control de la diabetes.
Este proceso requiere la interacción de la tecnología y del conocimiento humano. Todas las tareas realizadas por los modernos equipos son posteriormente verificadas por el ojo o el toque humano, que constituye la garantía final de que el proceso se completó satisfactoriamente.
Son miles de dispositivos los que salen de esta planta cada mes y van separados hacia su destino final.
La importancia de este mercadopara Medtronic a nivel global, explicó Negrón, es que las ventas de los dispositivos para atender la diabetes ascienden a cerca de $2,000 millones anuales.
“Todo lo que es diabetes es un mercado que está creciendo aceleradamente. Nosotros ahora mismo, de los $30,000 millones en ventas globales, representamos $2,000 millones (de este mercado), pero se espera que para el año 2020 se duplique y ascienda a $4,000 millones”, indicó.
Los marcapasos
La segunda parte de la visita fue a la línea donde se elaboran los marcapasos, otro importante renglón en el mercado global de Medtronic. Este es un dispositivo que es implantable, por lo que las medidas de protección en la línea de producción son extremas. Allí se producen cerca de 11,000 marcapasos mensuales. El proceso aquí requiere mayor precisión para insertar y fijar los componentes y sellar eventualmente el dispositivo, trabajo a cargo de modernas computadoras combinadas con mano de obra para la supervisión.
Puerto Rico como pilar
La expansión de esta empresa en la Isla tiene su razón y es producto del trabajo de su gerencia y empleados.
“Nosotros identificamos competencias técnicas en donde tenemos que ser líderes. Queremos que en estas competencias la corporación entera nos reconozca como los líderes y de esa forma, cada vez que hay un producto que se manufactura o va a salir al mercado y esté alineado con estas competencias, yo quiero que miren a Puerto Rico como el lugar para manufacturar ese producto”, señaló Negrón al explicar la estrategia.
El talento es otra ventaja, pues, según Negrón, un 60% del personal que labora en sus plantas manufactureras cuenta con alguna preparación en ciencia y tecnología.
“En el área de ingeniería tenemos una gama bien amplia dentro del campo técnico”, añadió. Y no es para menos, pues al tratarse de dispositivos de los cuales dependen vidas humanas, la labor resulta sensitiva y requiere de mayores destrezas y expertise. “Lo primero es la seguridad del paciente, y la calidad de nuestros productos se la da al paciente”, afirmó.