El pie diabético es una complicación que afecta al 50% de las personas que se enfrentan a esta enfermedad, incluso, pueden sufrir amputación por esta causa.
Sin embargo, existe una terapia endovascular que permite que el 90% de las personas con con esta condición eviten dicha cirugía.
En el país, unas 400 mil personas tienen diabetes, es decir cerca del 10% de la población.
De ellas, 200 mil sufren complicaciones como el pie diabético que incluyen la pérdida de sensibilidad, la destrucción de los tejidos en esa parte del cuerpo causando úlceras, deformaciones, infecciones y como resultado final la amputación de las extremidades.
Por esto, en los hospitales San Juan de Dios, México y Calderón Guardia de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cuentan con Clínicas del Pie Diabético, en donde se da una atención multidisciplinaria.
“Es la enfermedad del pie en el paciente diabético. La diabetes es una enfermedad degenerativa, entre más tiempo tengamos la diabetes más posibilidad de que este pie se vaya lesionando principalmente por lesiones que puede presentar a nivel de anatomía, o sea el pie se va deformando”, explicó Luis Morelli, cirujano vascular periférico del hospital San Juan de Dios.
Además, el pie deja de ser funcional, debido a que pierde sudoración, factores protectores como la percepción de lesiones, sensibilidad, también el componente vascular que precipita que el pie llegue a su punto más grave aumentando el riesgo de perderlo, que ocurre cuando las arterias se obstruyen.
El 50% de los pacientes que tienen el riesgo de desarrollar el pie diabético lo saben, porque inicia con una neuropatía, es decir, un daño de la sensibilidad.
Beneficios de la terapia.
Estos problemas se solucionan por medio de la terapia endovascular y la tecnología, que se realiza hace 10 años en el país, salva de la amputación a entre 85 a 90% de las pacientes.
“Estamos en un punto muy bueno porque tenemos una tecnología que muy pocos los países la tienen y que incluso en Latinoamérica llegan a tenerla, y nos permite tener bien controlado e ir avanzando en técnicas que hemos logrado”, dijo.
Según explicó, con esta terapia se trata de intervenir al paciente por dentro, es decir, no hacer cirugías grandes, sino que trabajan por medio de un cateterismo, tal como en padecimientos del corazón.
Por medio de una punzada en la ingle, meten dispositivos que desobstruyen las arterias de una forma mínimamente invasiva, con la intención de que el flujo de sangre llegue cerca de donde lo necesitan que es donde el paciente tiene la úlcera.
“Se usan unas guías que son como unos alambres finos que son los que pasan la obstrucción, posteriormente se usan unos balones que lo que hacen es abrir la arteria a la fuerza”, explicó.
Esta terapia endovascular llamada Amphirion Deep de Medtronic, es comercializada en Costa Rica por la empresa Meditek.
Prevención
El pie diabético puede prevenirse si se controla la enfermedad, es decir, manteniendo los niveles de glicemia en un rango normal, evitando también las descompensaciones.
“Entre mejor manejo médico tenga el paciente en el control de su diabetes, de su presión arterial, y es un paciente que no fuma o que abandona el cigarro, tiene menos riesgo de que vaya a desarrollar este tipo de complicaciones”, explicó Morelli.
Para el especialista, si aparece la enfermedad, lo importante es el seguimiento estricto del paciente, es decir, que se revise constantemente, que no tenga enfermedad en las arterias ni deformidad en el pie.
Además, se debe controlar que no tenga un callo en un punto específico del pie, que se lastima constantemente y que amerita seguimiento.
“Una vez que se diagnostica el problema y hay deformidades, entonces se hacen zapatos especiales para que el piecito se apoye normal y no esté con puntos de apoyo donde no los debe tener y no se vaya a hacer una úlcera”, indicó.
Además, si las arterias están obstruidas, se puede corregir el problema con cirugía, si así lo amerita.
Principal problema
Morelli explicó que el principal problema de la población diabética es que se comportan de una forma distinta a los fumadores u otros pacientes, pues las arterias se dañan a edades más tempranas y de formas más severas.
Es en esta parte donde la tecnología juega un papel importante, pues permite que los tratamientos sean más efectivos y perduren en el tiempo.
Sin embargo, también depende de cómo se cuide el paciente, en alguien que no se controle puede durar un año el tratamiento, pero una persona que cumpla al pie de la letra las recomendaciones médicas dura años e incluso podría no necesitar un nuevo tratamiento.
Costos
El especialista en Vascular Periférico señaló que los dispositivos que utilizan son costosos, pero si se compara con el ahorro de estancia hospitalaria y medicamentos para el tratamiento de las complicaciones, representa un ahorro.
“Para una seguridad social, el poder liberar una cama tempranamente y poder atender dos o tres pacientes en una semana en lugar de uno, ya eso es un beneficio, lo otro son los costos directamente relacionados con hospitalización.
Y si valoramos el no tener que amputar un paciente que sea todavía productivo, que esté trabajando, que es una incapacidad después de una amputación que vamos a tener que darle al paciente por años o meses, o el costo de una rehabilitación o de una prótesis”, indicó.
Cuidados
El paciente debe detectar en qué está fallando, es decir, si es diabético y consume altas dosis de carbohidratos y azúcares, se debe educar para que cambie la dieta.
“La parte de ejercicio es sumamente importante también, entre más activo está el paciente mejor pronóstico va a tener y menos probabilidad de que se vaya a obstruir la arteria”, comentó el especialista.
Los diabéticos deben consumir fibra y proteínas, y evitar las dietas altas en carbohidratos y azúcares.